La pasión por la comida y las ganas de ayudar a la comunidad impulsaron a Carolina a crear alimentos saludables sin tener que sacrificar el sabor del dulce y la grasa de los bocadillos.
Trufas de arándano, dátil y almendra le dieron vida a “Naturalezza”, un negocio que nació en 2015 para brindar sabores y nutrición a mujeres que se ejercitan y quienes buscan comer algo que les dé energía, pero también que sea práctico y delicioso.
“Surgió como una idea para tener una colación saludable antes de empezar clases. Todo es natural, compro los ingredientes, es natural, fresco, no tiene conservadores ni colorantes, son veganas, no tienen huevo, no son horneadas”, detalló la emprendedora.
La idea de emprender surgió a raíz de la demanda, recordó; al principio la finalidad era crear unas barras de granola, pero Carolina no pudo dar formas, así que unió las semillas de forma circular para formar las trufas.
A poco más de un año de la creación de la empresa, la joven emprendedora recibe ayuda de su madre para la elaboración de las trufas, que cada vez se preparan en mayores cantidades; el negocio que tiene el objetivo de crecer.
“Quiero comenzar a expandir el negocio, tal vez en escuelas, colegios, gimnasios. Como es algo muy sencillo, es versátil y nutritivo, creo que tiene bastante campo. Estoy por sacar otras recetas, otras combinaciones”, puntualizó.
No obstante, sabe que ser emprendedor no es cosa fácil ni de juego, sino de esfuerzo y planeación, por lo que cada día se prepara para ofrecer un producto de calidad.
“Lo veo como un negocio a mediano plazo. Un día llamé y me dijeron que empezaban el curso y ¡cambié las cosas! Y ese día me fui al curso”, recordó.
Después de seis años de trabajar en oficina, en una fundación de apoyo a la niñez, la joven cambió su rumbo y emprendió en busca de nuevas formas de vida, pero sobre todo, de una pasión que la mantenga viva, platicó.
“Algo que pueda hacer y disfrutar, mejorar siempre y que las cosas se vayan dando poco a poco como ha venido hasta ahora. Cada cosa ha llegado”, narró.
Además de las trufas y las combinaciones de semillas con fruta y churros, Carolina crea terrarios con botellas, que se pueden convertir en base de los inciensos.
“Surgió en mí la necesidad de desconectarme de todo, y esto me dio la oportunidad de estar en contacto conmigo y de empezar con jardinería, descubrí que tengo ese gusto”.
El nombre
Naturalezza es un nombre sencillo, simple, consideró, para que la gente recuerde el concepto. El nombre del negocio fue escrito con doble zeta, a propósito.
“Que se vea como italiano, con forma, distinto, no simplemente naturaleza. Que la gente nos ubique”, compartió.
La variedad
Dátil con almendra
Cocoa y cachuate
Higo con coco
Arándanos con pepitas
Pasas con nuez
Nombre: Carolina Pérez Ayala
Edad: 31 años
Originaria: Ciudad de México
Residencia: Tijuana desde hace 29 años
Profesión: Licenciada en Psicología
Contacto
Facebook: /naturalezzajb
Teléfono: 664 614 7405
Correo: [email protected]