Lleno de folclor mexicano, el Mercado Hidalgo de Tijuana, además de la variedad de fruta, verdura, dulces y artesanías en esta época de calor, atrae a cientos de tijuanenses que por 30 pesos pueden refrescarse con un agua de coco picado, con chile, sal y limón, y disfrutarla en su totalidad.
Fundado desde 1955, es en la actualidad un oasis de nostalgia y centro de abasto para amas de casa, taquerías o industriales de restaurantes y alimentos, o ahí mismo ir por una genuina comida oaxaqueña, birria de chivo estilo Jalisco o carnitas como en Michoacán.
Decenas de clientes pasan por el lugar, los comerciantes ofrecen: «Pásele por su coco, agua, pulpa, como la quiera, con sala, limón o chile, vienen directamente de Tecoman, Colima», y les explican que también tienen fruta preparada, como piña y mango, y les dan a probar tamales de elote.
Una vez que el cliente se detiene y pregunta cuánto cuesta, informan que «solo 30 pesos o 2 dólares», y preguntan «¿cómo lo quiere, duro, mediano sazón, como quiere su coco?», y comienzan a mostrar sus destrezas para pelar, extraer el agua y la pulpa como parte del protocolo de la venta de este producto.
Carnitas estilo Zacatecas o Michoacán, comida 100 % oaxaqueña o corrida, está la birriería El Oso y una infinidad de venta de dulces, piñatas y artesanía de diferentes Estados del país. El también llamado «Mercado de Tijuana» goza de una extraordinaria ubicación, en el corazón cultural y comercial de la Zona Río.
Es el centro donde taquerías y restaurantes surten sus verduras y muchos de los clientes son vecinos de California con orígenes o raíces mexicanas, pero también muchos tijuanenses acuden para recrear las tradiciones de sus pueblos natales, ya que la mitad de los habitantes de Tijuana han llegado a esta ciudad fronteriza de diferentes regiones del país.