En Tijuana se tiene un registro de 80 familias que integran la comunidad judía, mismas que han aportado en el crecimiento de la ciudad de distintas formas, ya sea desde el ámbito social o el laboral, pues todos tienen el objetivo de crecer junto con el municipio.
Lo anterior lo señaló el Cónsul Honorario de Israel en Tijuana, Gregorio Goldstein Isaacson, quien expuso ante los integrantes del Grupo Madrugadores los avances tecnológicos que el país del Oriente ha tenido en los últimos años, principalmente en el tema de las computadoras y teléfonos celulares.
En su exposición, dijo que la comunidad judía es unida para cualquier trabajo o actividad que se realice en los distintos puntos de la ciudad, además de que aportan en el desarrollo de la misma en ámbitos como educación, medicina, arquitectura, negocios, entre otros.
Gregorio Goldstein señaló que la relación entre judíos y tijuanenses es pacífica y no han tenido problema alguno por las creencias o costumbres de ambas culturas, pues destacó que Tijuana desde sus inicios ha sido una ciudad noble que ha recibido de buena manera a toda clase de personas.
Entre las actividades que llevan a cabo se encuentran los rezos, así como los festejos generales como el Día de las Madres y otros que vienen a formar parte de las creencias judías, en las cuales también se han involucrado varios mexicanos interesados en el tema.
En otro tema, Goldstein Isaacson destacó que viajar a Israel no es complicado para un mexicano, pues lo único que requiere es una solicitud de permiso y boleto de avión con viaje redondo si es que se visitará el país por menos de tres meses, si el tiempo es mayor se requiere de una visa que es tramitada en sus oficinas.
Destacó que el país del Oriente ha crecido considerablemente, principalmente en el tema de tecnología, pues muchos de los aparatos electrónicos que a diario son utilizados son creados en Israel sin que alguien lo note, por ejemplo las computadoras Dell.
Además, se han involucrado con los invernaderos y sistemas de riego, logrando posicionarse a un cierto nivel que incluso se han convertido en los principales sistemas de este tipo en el Valle de Guadalupe, en Ensenada y otras partes de México desde hace ya varios años.