No, queridos amigos y amigas, no se trata de la famosísima “dimensión desconocida”. Es algo peor, mucho peor. ¡Terrorífico! Y no vacilo. Cuando una persona, ya sea hombre o mujer, es enviad@ directito y sin escalas a la temible friendzone no hay poder humano o sobrehumano que pueda sacarl@ de ahí. Y lo peor de todo es que puede sucederle a prácticamente todo ser viviente: jóvenes, adultos, divorciados, viudos… ¡y no hay vacuna o cura para esta horrible enfermedad que provoca que quienes la padecen vayan por la vida con el corazón hecho pedazos!
Pero, por principio de cuentas, ¿qué es la friendzone?
Para empezar, el término es un anglicismo cuyo significado es “zona de amigos” y suele utilizarse cuando en una pareja de amigos uno de los dos quiere algo más, o sea avanzar al noviazgo y el otro ni por enterado está. Pero lo peor no es que ni enterado esté, sino que prácticamente no está interesado en llevar esa relación de amistad hacia otra cosa, lo que provoca que aquel que busca una dinámica de enamoramiento entre ambos la pase terriblemente mal porque su amor no es correspondido.
Y esta friendzone, créanme, resulta ser verdaderamente traumática para quien vive en ella, porque tiene que verse forzad@ a reprimir sus sentimientos y soportar prácticamente a diario la tortura de estar cerca de una persona que le inspira un sentimiento tan fuerte como es el amor y ésta a su vez sólo le puede corresponder con una amistad. Y, mucho ojo, friendzonear no sólo es exclusivo de las mujeres hacia los hombres, existen muchísimos casos de caballeros que sostienen largas amistades con féminas que mueren de amor por ellos y éstos ni las pelan. ¡Verídico!
Sin embargo, al momento de evaluar este tipo de situaciones, donde uno se crea falsas expectativas con respecto a otra persona y en las que en algún momento se llega a creer que podemos lograr que es@ amig@ nos vea con otros ojos, tenemos que ser sumamente cuidadosos sobre todo al momento de tener que enfrentarnos con un eventual rechazo porque, a final de cuentas, todos los seres humanos somos susceptibles a que nos den con la puerta en las narices cuando se trata de confesar nuestros sentimientos y nuestras intenciones. Además, también hay que considerar que muy probablemente vamos a sentir algún tipo de dolor al momento que alguien nos diga “es que… nada más te quiero como amig@”. ¡Ups!
Por eso, siempre es mejor que desde un principio seas muy clar@ con tus sentimientos y tus intenciones. Por mucha que sea la timidez o la inseguridad que sientas, siempre es preferible ser honesto antes de que alguien acabe rompiéndote el corazón. Así que antes de que empieces con los detalles, los regalos, las salidas frecuentes, el contacto físico y otras tantas cosas que acostumbramos a hacer cuando alguien nos interesa, aprende a leer las señales que esa persona te estará enviando en el día a día, porque no hay nada peor cuando se trata de las relaciones humanas que nosotros mismos nos coloquemos una venda en los ojos y creamos historias que no existen más que en nuestra mente.
¿Es difícil salir de la friendzone? La verdad, sí. Pero es más difícil quedarse en ella.