Dicen que el amor es ciego, ¿pero también es tonto? No hay muy buenas predicciones cuando uno se cae en una relación enferma. Tristemente este tipo de relaciones termina por confundir a las personas que están involucradas. Al final no se sabe quién es la persona que está más enferma, si el adicto que depende de las drogas y el alcohol para dormir sus inseguridades y sus problemas, o la persona que “cree” que está enamorada de esta persona enferma y asegura que su amor lo va a ayudar y a transformarse en una persona sana y sin adicciones.
Que equivocación tan grande es el creer que uno tiene el poder y la capacidad de cambiar a otra persona. Este pensar de querer ayudar y salvar a una persona adicta al alcohol, las drogas o cualquier otra condición, es una bonita fantasía. Casi como caer en el romanticismo infantil donde se cree que el amor sincero de la bella puede domar y cambiar a la bestia.
La persona que es adicta, es una persona que está enferma, es alguien que necesita ayuda profesional. Ni todo el amor, ni todo el dinero, ni las mejores intenciones por si mismas podrán cambiar a la persona que tiene adicciones.
Ayudarse a uno mismo, es lo mejor que se puede hacer para ayudar al adicto.
Para que la persona cambie, y salga de sus adicciones, es necesario que se convienen muchas condiciones simultáneamente. Primero que nada, la persona adicta, debe reconocer su adicción. Entender que necesita ayuda y ser capaz de aceptarla. No tantito, aceptar que su condición debe de ser tratada con seriedad y prontitud. También deberá de tener suficiente fuerza de voluntad para resistir el dolor, enfrentar sus consecuencias y terminar el tratamiento que le ayude a cambiar sus hábitos y sus adicciones. Por otro lado, deberá de tener la fortaleza para poder reparar los daños que su conducta ha ocasionado.
La drogadicción es un tema complejo y muy extenso, es un problema real el cual no se debe de tomar a la ligera. Así mismo, la fantasía de enamorarse de una persona adicta, el estar consiente que la persona necesita ayuda, pero el tratar de jugar al súper héroe y querer ayudarla sin contar con todos los recursos y los tratamientos necesarios, hacen que la persona que no es adicta también se enferme y caiga en una telaraña sin salida. Un problema tan serio como la misma adicción.
La receta
Ayúdate primero a ti
Ingredientes:
- 1 pieza de conciencia – responsabilidad y conocimiento de la realidad
- 1 cucharada de esperanza – pensamientos positivos que conducen a sentirse mejor
- 1 manojo determinación – decisión de vivir una vida plena a pesar del dolor
- 1 taza de confianza personal – creer en sí mismo, buscar la superación y el bienestar
- 1 sobre de fortaleza – valor para no caer en la seducción toxica y en el amor equivocado
Recomendación del chef
Hay que reconocer que los adictos se creen sus propias razones y justificaciones por lo que hacen su seducción ms fácil y sus relaciones más complicadas, cuando uno está consiente que la persona tiene problemas de adicción es importante alejarse para no caer en su juego.
Cuando uno se tiene que querer primero:
- La adicción es una enfermedad: Esta es una condición seria que hay que tratarla con gente profesional y calificada. Es irreal esperar que un adicto deje de ser adicto solo por voluntad propia o por amor.
- El adicto es la única persona que puede hacer que su adicción se pueda controlar. deje su adicción: este es un proceso personal en el que nadie puede influir de ninguna manera aun la persona que lo ama y daría la vida por él.
- No se trata de hacer que cambie el otro, uno es el primero que debe cambiar: Las adicciones ocurren y se mantienen dentro de una dinámica familiar, por lo que es importante reconocer qué de tu propio comportamiento es igualmente parte del problema y está perpetuando tu sufrimiento.
Photo by Moyan_Brenn