¿Cuántas veces se ha detenido a mirar a su alrededor mientras conduce o se dirige a su trabajo, escuela, reunión de negocios, o a donde sea que sea su compromiso del día? ¿Los ha visto? .Quizás esté demasiado ocupado que no se ha tomado el tiempo de echar un vistazo por la ventana, mientras el semáforo esta en rojo. ! Se los presento! son artistas de la calle, donde su oficio es ganarse una moneda, al mostrar sus talentos. Cuando el semáforo se pone en rojo se levanta el telón y comienza la obra, malabaristas, bailarines, acróbatas, payasos y escupe fuegos, entretienen a los espectadores(automovilistas y peatones), quienes lamentablemente dirigen la mirada a otro punto y fingen no haberlos visto, con tal de no meter la mano en el bolsillo y “pagarles” por su trabajo, ¿Y usted que publico es, el que paga o el que ignora?.
Javier Jacobi Leyva, de 30años de edad, originario de Hermosillo, Son. Radica en la frontera, desde hace 3años, y se dedica a la danza folclórica hace no más de 16 años. Javier junto con sus acompañantes de baile, trabajan en la Av. Paseo de los Héroes, cuando la manita permite el paso a los peatones, Javier y su equipo agitan sus faldas y zapatean coreografías regionales. Sus principales motivos es ganar algo de dinero, menciono que eligió el baile en lugar de vender productos por el simple pero importante hecho de “usar el arte como el arma poderosa para cambiar mentes”.
Por otra parte, en la calle existe variedad, no solo los artistas trabajan, hay otros más que se dedican a la venta: parabrisas, periódicos, frutas de la temporada, dulces, chicles y otros más productos que sustentan a las familias de dichos comerciantes, arriesgan su vida cada día al estar en las calles, en medio de los carros, con automovilistas irresponsables de la seguridad del peatón, herederos de la ciudad, dueños de los carriles y del semáforo, daltónicos al confundir el verde con el rojo y pasarse los altos.
Querido lector, respetemos el oficio y el talento de su trabajo, paguemos por lo que vemos o al menos respetemos, una moneda menos en nuestro bolsillo no hará la misma diferencia en la de ellos, ayudemos al prójimo porque “Es necesario ayudar a los demás, no solo en nuestras oraciones, sino en nuestra vida diaria”-Dalai Lama.