¿Cómo produce energía el sol? ¿Cuál es el proceso exactamente? Y una vez que se produce la energía, ¿cómo viaja al planeta Tierra?
La respuesta rápida es que el Sol (y todas las otras estrellas en el universo) son capaces de generar energía ya que son básicamente bolas masivas de fusión nuclear.
La mejor manera de entender este proceso de generación de energía estelar es observando cómo se forman las estrellas. De acuerdo a la ‘Teoría de la Nebulosa’ la reacción nuclear en el interior de una estrella comienza cuando una gran nube de gas y partículas – conocida como una «nebulosa» – se derrumba bajo la presión de su propia gravedad. Es este colapso que finalmente dio lugar a la gran bola de luz (el Sol) en el centro de nuestro sistema solar, ya que desencadenó un proceso en el que los átomos comenzaron a fusionarse debido al exceso de presión y calor.
En concreto, en el núcleo de las estrellas que son aproximadamente del tamaño del Sol, la energía se produce cuando los átomos de hidrógeno (H) se fusionan y se por ende se convierten en helio (He). Durante este proceso de fusión, parte de la materia de los núcleos de fusión no se conserva, y se convierte en fotones (es decir, luz, calor y energía). En un solo segundo, el sol funde unas 620 millones de toneladas métricas de hidrógeno en su núcleo. Esto significa que, en tan sólo un segundo, el Sol produce energía suficiente para alimentar la ciudad de Nueva York por unos 100 años.
Esta unión de átomos se conoce como fusión nuclear. Es un proceso que libera una enorme cantidad de energía en forma de calor y luz.
Cuando este calor y energía llega a la Tierra, la capa de ozono de la atmósfera filtra gran parte de la radiación ultravioleta del Sol, pero permite que fragmentos pasen a través. Esta energía es esencial para la vida en nuestro planeta.