Con una historia de más 3.000 años, Sri Lanka tiene algunas de las ciudades antiguas del mundo, como Anuradhapura, Polonnaruwa y Digamadulla. Sus gloriosos palacios, templos, monasterios y teatros intrincadamente talladas y modeladas en piedra, entre el olvido y el tiempo, se han fusionada con las selvas en donde se encuentran.
Sri Lanka es un país mágico, único, con una cultura vibrante y una historia fascinante. Seis sitios han sido reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y estos varían desde enormes dagobas (estructuras en forma de cúpula) y restos de antiguos edificios en las ciudades en ruinas de Anuradhapura y Polonnaruwa hasta la escalera impresionante en el templo de Dambulla y los frescos sensuales de doncellas celestiales en el palacio de la roca de Sigiriya.
Un mágico resort en esta tierra de maravillas es el Ceylon Tea Trails, el primer Relais & Chateaux resort de Sri Lanka y el primer hotel del mundo ubicado en plantíos de té. El resort está a una altitud de 1250 metros en la región de té de Ceilán panorámica de Sri Lanka, en la frontera de las tierras altas centrales reconocidas como Patrimonio de la Humanidad.
Ceylon Tea Trails esta compuesto de 21 suites, cuatro de las cuales son lujosos bungalows coloniales conectados por senderos a través de deslumbrante belleza de los jardines de té.
Cada uno de los cuatro bungalows es diferente. Summerville tiene un aire de una casa de campo, Castlereagh un estilo ecléctico, el alto Tientsin es de estilo colonial, reflejando su historia como una de las residencias del primer plantador de té en Ceilán y Norwood es más bien moderno, con un carácter de los años 50’s. 21 habitaciones y suites exquisitas en total.
Las cabañas fueron construidos entre 1888 y 1950 para los gerentes de té británicos durante el periodo de ‘Raj’. Hoy en día que ofrecen confort moderno con un toque de estilo, buena cocina y excelente servicio, sin perder el sentido de la historia. Cada casa cuenta con su propio cocinero, mayordomo y administrador.
Cualquier fecha es perfecta para visitar este increíble hotel en Sri Lanka. Gracias a su ubicación en las montañas, nunca hace demasiado calor. Y entre febrero y mediados de abril, los valles derrochan vida con los festivales anuales hindúes de Sami Komadu, resondando con la música de tambores, bailes y cantos.