Nuestras costumbres y tradiciones nos hablan de la riqueza cultural y humana de nuestro país. Sin duda, uno de los estados más reconocidos en el mundo con su vasta variedad en gastronomía, por su folclor y belleza es Oaxaca. En esta tierra de mole, chocolate y alebrijes, se asienta una joya de la hotelería que deja muy en alto la reconocida hospitalidad oaxaqueña: Casa Bonita Hotel Botique & Spa.
La visita a Oaxaca implica conocer lugares de alto valor turístico y cultural, como el tan famoso árbol del tule, la zona arqueológica de Mitla y por supuesto, dejarse consentir en Casa Bonita, el único hotel en todo el estado en ser nombrado como el mejor hotel boutique de lujo del año por la revista internacional Luxury Travel Guide, en su sección Global Awards 2015, y en poseer cinco estrellas por parte de de The American Academy of Hospitality Science.
El viaje a esta tierra de magia, de bailes y coloridas tradiciones bien merece ser planeado con anticipación, especialmente con las fiestas de fin de año tocando a la puerta y las reservaciones en el hotel en proceso. Una buena noche de descanso en una de las habitaciones es el preámbulo a un excelente día de descubrimientos, nada para mejor para dejarnos sorprender por la belleza de la Catedral que una mullida cama que acurruca los sueños.
El 23 de diciembre tiene lugar una de las ferias más populares sólo después de la Guelaguetza, y es la Noche de los rábanos.
Hospedándose en Casa Bonita se puede disfrutar de esta noche única con toda comodidad, pues el hotel se encuentra a unos cuantos minutos del centro de la ciudad, siendo precisamente en el zócalo el punto de reunión de esta verbena. Durante una sola noche, hortelanos y floricultores hacen gala de su creatividad y de su talento.
Ellos escogen especialmente para esta fiesta los mejores rábanos de sus cosechas, y apoyándose con la flor inmortal y el totomoxtle, recrean escenas con una gran diversidad de temáticas. Las estrellas son los rábanos largos, que en Oaxaca los más comunes miden 30 centímentros, hasta los que alcanzan el tamaño de un brazo. Cualquiera que sea el tamaño de los rábanos, son tallados en forma de danzantes, vírgenes, animales, hombres y mujeres vistiendo trajes tradicionales de las regiones, campesinos, vendedoras de la refrescante bebida llamada tejate hecha a base de maíz y cacao, nacimientos, iglesias, árboles de la vida, entre otra infinidad de diseños.
En esta noche donde se rinde tributo al rábano y la imaginación, Casa Bonita es el remanso para descansar después de admirar todas las creaciones elaboradas con este tubérculo. A la mañana siguiente, pasar un tiempo en Nasáh Spa ayuda a recobrar las energías y sentirse renovado para un nuevo día en la ciudad. Casa Bonita es un ingrediente muy especial en el paisaje oaxaqueño, que ha implementado una nueva noción de lujo, comodidad y servicio.