Ubicada en la zona mediterránea, Alicante es un provincia española de un clima excepcional. A la rica variedad de su paisaje y se unen las características especiales de sus suelos, ideales para el desarrollo de viñedos a lo largo de una gran cantidad de hectáreas.
Además de los suelos, esta región cobra vida con sus climas templados y humedades relativas, y a pesar de ser la segunda región más montañosa de todo el país, se distingue por la extensión de viñedos que alberga. El sol que baña a Alicante prácticamente durante todo el año junto con la unión de las características alicantinas, son la clave de la correcta maduración de una uva excepcional: la uva Monastrell.
Aunque es una cepa de origen español se puede encontrar por todo el mundo, pero es su acondicionamiento único al clima alicantino el que hace que los vinos producidos sean bastante alcohólicos y de un color rojo oscuro. A pesar de esto, es una uva bastante versátil, apta para maridajes amplios y ricos.
Una buena idea es maridar un tinto elaborado con esta uva icónica, con un clásico de la cocina alicantina, que es el arroz meloso. Al ser Alicante una provincia ubicada en la costa, uno de los ingredientes principales de este arroz es el pescado fresco, y sus más de veinte recetas convierten a este platillo en una excusa para seguir deleitándose con el sabor de la uva Monastrell.
Los vinos de uva Monastrell armonizan perfecto con las variedades de queso cremosos, azules y curados, siendo España un gran productor de este manjar. En cuanto a postres, es perfecto para acompañar pasteles rellenos de crema, hojaldrados y son frutos secos.
Recorrer los parajes tradicionales y modernos de Alicante, o sus caminos montañosos y sus playas, se convierte en una experiencia memorable y sensorial cuando se hace en compañía de la nueva estrella del vino español.