José Roberto Jiménez Rosique, médico oftalmólogo radicado en Tijuana desde 1998 es también un versátil artista visual. En el medio cultural es mejor conocido simplemente como Rosique.
Sobre su trabajo comenta: » tengo más de 30 años en la práctica de las artes visuales, he incursionado en el muralismo, la escultura, la gráfica y la instalación según sea la necesidad del proyecto que deseo desarrollar, pero recurro con mayor frecuencia -para expresarme- a la técnica mixta sobre soportes convencionales (papel, madera, tela) de igual forma mi trabajo abarca el abstraccionismo geométrico y la figuración, lo desarrollo en series extensas hasta encontrar la expresión que lo caracterice «.
El pintor prolífico ha participado en dos centenares de exposiciones. Su obra, cargada de contenido social, se ha exhibido en México en Villahermosa, Xalapa, Córdoba, Puebla, Oaxaca, Acapulco, Hermosillo, Culiacán, Aguascalientes, Cancún, Monterrey, Distrito Federal y desde luego en las ciudades bajacalifornianas. En el extranjero sus cuadros han sido expuestos en Hollywood, San Diego y Los Angeles (EUA) y en La Habana, Cuba.
Entre los reconocimientos que ha recibido se encuentra el primer lugar en el Concurso de Dibujo Anatómico de la Escuela de Medicina de Medellín, Colombia, 1987; Reconocimiento de la UNICEF en Houston, Texas, 1995; Artistas Latinos pro cultura cubana, San Diego; Intersection Gallery en San Diego, 1996; distintas menciones honoríficas de Bienales de Baja California y del noroeste del país, así como el 1er Premio en la Muestra Plástica del Norte CNCA/Fondo para la Cultura y las Artes del Noroeste, en México D.F., 2000.
Rosique también es un escritor que con frecuencia aborda temas relativos al arte. Es autor y coautor de 8 libros sobre plástica que aportan un puntual recuento historiográfico de la vida y obra de los pintores más sobresalientes de Baja California.
Actualmente trabaja en la edición del libro » Del arte en terciopelo al arte instalación» y en la exposición relacionada con las consecuencias de una vida social migratoria en la ciudad.
Quizá este pensamiento suyo lo defina mejor: » Estoy convencido que la cultura es un camino que permite al hombre integrarse armónicamente con su entorno, que lo compromete a ser más propositivo, cuestionador y participativo, lo que lo obliga a apostar por el bien común».