Tijuana es desde hace años, una de las ciudades mexicanas con mayor actividad artística. En este escenario de constante bullicio y superación creativa, hay desde luego precursores y forjadores, y una de esas figuras determinantes en la pintora Nina Moreno.
Estudió la carrera de artes visuales en la escuela Nacional de Artes Plástica San Carlos de la UNAM y complementó su preparación estudiando -becada- Diseño para exportación en el Instituto Mexicano de Comercio Exterior.
Cuenta con una amplia trayectoria en la que ha realizado tanto escultura como pintura gráfica. De ello dan testimonio 68 exposiciones colectivas y 25 individuales, presentadas en centros educativos, recreativos, galerías y museos de México, Estados Unidos y países de Sudamérica.
Uno de sus aportes a la plástica local, es la creación de la Galería del Arte que con medios propios abrió al público en 1993 y mantuvo hasta el año 2000. Este espacio, situado frente al Parque Teniente Guerrero, se distinguió por un manejo incluyente de los artistas de la región, cuidándose la calidad y las temáticas de las exposiciones para promover y hacer accesible el arte a los tijuanenses. La galería de Nina Moreno llegó a ser uno de los más dinámicos centros de reunión de artistas y amantes de la plástica.
No contenta con el éxito de su proyecto, la artista le imprimió una dimensión formativa instituyendo una oferta de cursos de dibujo y pintura impartidos por ella y por otros maestros, que contribuyeron a iniciar en las artes visuales a numerosos estudiantes y a perfeccionar las habilidades de algunos pintores locales.
Preocupada siempre por promover el conocimiento de las artes visuales entre la población, Nina extendió su tarea como maestra de serigrafía a los talleres comunitarios del IMSS, y fue más allá al crear uno de los primeros programas de radio dedicados a difundir el arte y la cultura en la ciudad: Facetas del Arte.
Este programa fue un esfuerzo pionero apoyado por Radio Tecnológico y encabezado por ella misma, que a través de emisiones en vivo y con la participación de músicos, poetas, bailarines, actores, pintores y promotores culturales, consiguió sensibilizar al gran público sobre los diversos temas del arte. Fue un espacio que por su sencillez y accesibilidad, resultó determinante para estimular durante 8 años (1996-2004) a la comunidad tijuanenses por las manifestaciones artísticas.
Como promotora cultural ha mantenido siempre un compromiso con la mejoría social emprendiendo proyectos que le han significado importantes sacrificios personales. Como pintora es reconocida y apreciada en nuestra región. Su obra se caracteriza por ser figurativa, nos ofrece un mundo de líneas, formas, colores y composiciones tan diversas y profundas como su misma pasión por acercar el arte a los demás.