Hay lugares que son bendecidos con una belleza exuberante, un clima de ensueño, cielos azules y despejados, y otros que además cuentan con la riqueza forjada por sus habitantes. Así es Beverly Hills, refugio paradisíaco de ricos y famosos, y de grandes estrellas del cine y la música. La ciudad es famosa por las grandes mansiones de diseños únicos, por las tiendas de marcas de lujo, por ser sede de Metro Goldwyn Meyer y, claro, por ser el hogar del hotel Montage Beverly Hills.
Ubicado en el corazón del Triángulo Dorado, este hotel de lujo se localiza a unos pasos de Rodeo Drive, famoso alojar las boutiques y tiendas más caras del mundo.
Su restaurante Scarpetta deja en claro que los alimentos no son sólo para el cuerpo sino para nutrir al espíritu. Las creaciones del afamado chef Scott Conant subliman la experiencia de cada bocado del paraíso. Otra opción para los amantes de la cocina francesa es el afamado Le Bouchon, que se encuentra a unos cuantos pasos del hotel.
Montage es simplemente perfecto para toda ocasión, sinónimo de lujo, sofisticación y buena vida. Cuenta con salas de conferencias, proyectores y todo el equipo para cerrar excelentes tratos de negocios, y para los visitantes que piensan mejor mientras entrenan les ofrece un mapa con rutas para correr.
La magnificencia está grabada en cada detalle de Montage. Su arquitectura exterior se integra con el fresco verdor de los árboles, palmeras y arbustos delicadamente podados, bañados con el murmullo de la fuente que danzante recibe a los huespédes. En el interior, los enormes y hermosos jardines son un remanso de tranquilidad.
El lujo y la comodidad son imperantes en cada una las habitaciones. La decoración exquisita de las guestroom es reflejo de buen gusto, con un estilo que va desde la decoración que recuerda a la década de 1920 con todas las comodidades modernas, como camas vestidas de sábanas de satín egipcio de 500 hilos de que son un homenaje al placer, y tina de baño de mármol. Las 55 suites, además de las comodidades de sus detalles, cuentan con cocinas totalmente equipadas y algunas incluso con chimenea. La atención a los detalles por parte del hotel es tal, que las almohadas se personalizan con la inicial de sus huéspedes.
Una de las partes consentidas de Montage es su piscina de la azotea, desde la que se tiene una vista encantadora de las colinas de Hollywood. Entre las amenidades que se ofrecen en el hotel está el programa especialmente diseñado para los más pequeños, y para la tranquilidad y descanso de sus padres, a través de actividades artísticas, creativas y de juegos temáticos.
Montage brinda en cada paso la realidad de vivir como un glamoroso personaje de película, la propia, con todo el estilo y comodidad que sobrepasa la imaginación.