David, escribió un libro feliz y muy satisfecho de su logro, le pido su opinión y ayuda para poder publicar su libro a un familiar de él. Él, es un autor internacionalmente reconocido, que tiene varios libros famosos vendidos en todas partes del mundo.
Cuando David llego a la cita, el Autor presento a varios de sus amigos y le dijo que ellos serían los que le iban a ayudar, ya que a él, el tema no le interesaba tanto y por el momento no se podía involucrar más. David decepcionado no puso mucha atención a los comentarios de esas personas, ni siquiera se involucró en sus nombres, o en sus opiniones.
Él esperaba que su tío le diera su opinión y sus consejos. Indudablemente su ayuda y su punto de vista hubieran sido más que valiosos, pero que se puede hacer si el señor no pudo o no lo quiso ayudar en esta ocasión. Posiblemente la decepción y las expectativas fueron tan grandes que David no pudo ver que el tío hizo por él lo mejor que él podía, su enojo no le permitió aprovechar la oportunidad que si tenía y mucho menos, pudo escuchar de gente que estuvo allí y si lo hubiese podido ayudar.
David dejo el libro abandonado en un cajón, todo porque lo que él esperaba no salió como él quería, dudo de su capacidad y creatividad y se enojó por lo que le paso. Que pérdida tan grande.
Consejos prácticos para mantener las expectativas reales
- Vive en tiempo presente, reconoce los momentos que están sucediendo y aprovéchalos
- Busca lo bueno, enfócate en lo positivo de cada situación
- Aprecia las pequeñas cosas
- Se flexible, acomódate y adáptate a las circunstancias
- Encuentra las oportunidades en cada momento
- No te limites a buscar solo lo que esperabas, quizá hay algo mejor que desconoces
- Experimenta y libérate del miedo o el control
- No asumas ni exijas, deja fluir y fluye
- Confía en tus capacidades y muestra seguridad
- Piensa, habla y se una persona positiva y agradecida así te conviertes en un magneto que atrae lo bueno.
En realidad, la vida está llena de grandes sorpresas, es precisamente esto lo que la sazona, nada como saber que las cosas son lo que son, no lo que uno quisiera que fuesen. Tener una disposición positiva, estar alerta y tener la capacidad de aprovechar lo que sucede hace que las expectativas sean una buena ilusión, que nos motiven y nos alienten a buscar, trabajar, a descubrir oportunidades que enriquecen cada momento. Esperar casi con obligación, deber, exigiendo un derecho que no nos pertenece, es vivir con una gran carga de enojo, decepción y por qué no, vivir en un continuo tormento ya que las cosas no sucedieron como uno esperaba.
¿Tu, qué opinas?
«Soñar sí, claro, siempre y cuando no te olvides que hay que despertar, ver la realidad aprovechar las oportunidades que se te presenten»
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