Producto de ese gen machista hemos traído en el ADN por generaciones, los hombres y mujeres de esta sociedad (y de otras más, no crean), hemos sido educados por nuestros padres y nosotros como padres hemos educado a nuestros hijos con una altísima proclividad a manipular, controlar, limitar, censurar, castrar, exasperar y sofocar a grado tal que al momento de estar inmersos en una relación de pareja (noviazgo primero y después matrimonio), digamos más o menos estable, presionamos tanto a nuestr@ novi@ y espos@ que, pasado el tiempo y llegado el momento, ést@ grita desesperad@ ¡¡¡déjame vivir mi vida!!!

¿Qué nos lleva a fastidiarle la vida alguien a quien supuestamente amamos profunda y poderosamente? ¿Celos?, ¿inseguridad?, ¿complejos?, ¿prepotencia?, ¿sobreprotección?, ¿miedo a perderl@?

Lamentablemente a nivel relación de pareja, insisto primero en el noviazgo y después ya en el matrimonio, esta peligrosa dinámica comienza con cosas muy pequeñas, casi insignificantes y cuando menos nos hemos dado cuenta tenemos enfrente de nosotros a alguien que lo está decidiendo todo en nuestras vidas o, peor aún, uno mismo se convierte en una suerte de dictador (de la pareja, los hijos, los amigos, los compañeros de trabajo, etcétera) cuyo gigantesco afán por controlarlo todo alrededor nuestro y alrededor de los demás nos termina convirtiendo en una persona con la que nadie quiere convivir y con la que nadie quiere estar.

Y no exagero. ¿Qué tal cuando comenzamos un noviazgo y nuestra pareja nos propone ir al cine a ver una película o ir a algún restaurante a comer algo y nosotros casi como por reflejo condicionado respondemos “no sé, mi vida, tú escoge cuál” o “no te preocupes por mí, yo como lo mismo que tú, elige por mi”. Sin darnos cuenta y de manera, por decirlo de algún modo, inocente, estamos cediendo nuestro poder de elección a otra persona que, en automático comenzará a tener cierto control sobre nosotros, lo que nos neutralizará en un futuro no muy lejano de manera sumamente grave en lo que respecta a lo que por derecho nos pertenece desde el primer día que nacemos: el libre albedrío.

Desde la lectura del psicoanálisis, existen tres tipos de estructuras, las delimitantes de nuestra personalidad: la neurótica, la psicótica y la perversa. Y es en base a las experiencias vividas (principalmente durante la infancia) que el sujeto perfilará su carácter psicológico. El amor, el cariño, el afecto, la separación, el rechazo, el descuido, la falta de reconocimiento, la destrucción, la humillación, el abandono, la frustración, la satisfacción, entre otras, le van a dar forma a su estructura y en base a todas éstas perfilará su carácter y su trato para consigo mismo y para con aquellos que lo rodean.

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Incursionó desde muy joven en la televisión. Comenzó su carrera en Canal 11, para ser invitada por Ricardo Rocha al Canal de Las Estrellas, ahí´í se convirtió en la primera periodista en hablar de temas sexuales en el Programa "En Vivo".Con su columna "La Política me da Risa", en el periódico El Universal, revolucionó la forma en la que vemos y analizamos la política en el país.Fue ella la primera en realizar atrevidas entrevistas a diversas figuras de la política nacional con "Entrevistas Osadas".Ha recibido diversos premios y reconocimientos como la Mujer del AÑO 2009 y 2010 por la Cámara Nacional de La Mujer, además de haber sido reconocida por el Gobierno Federal por su trayectoria periodística..Desde hace dos años se erigió como la abogada de los hombres y publica para ellos su libro "Exclusivo para Hombres" de Editorial Grijalbo, convirtiéndose en menos de un año en Best Seller.

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