Un vino cautivante, un vino que hechiza, así fue mi sensación al degustar en Mas La Plana 1971 me sentí atrapada entre sus colores, aromas y texturas.
Sus aromas elegantes y soñadores me regalaron un final de boca muy largo y untuoso dejándome una sensación plena de seducción y placer.
El Mas La Plana nació en 1970, a partir de la primera cosecha de Cabernet Sauvignon, noble variedad cultivada en 1966 en la Finca de Mas La Plana, ubicada en Pacs del Penedès.
Proviene de pequeño viñedo de 29 ha., donde se cultivan las más selectas uvas de Cabernet Sauvignon, da vida al más prestigioso vino tinto de Torres, reconocido mundialmente y de producción muy limitada.
La añada 1970 triunfó en las Olimpiadas del Vino de París sobre los más famosos vinos del mundo. Este triunfo se ha visto refrendado, en los últimos años, con numerosos premios internacionales.
Intenso aroma que muestra la tipicidad clásica del terruño de Mas La Plana, junto con notas de trufa, pan tostado y confituras de frutos de bosque rojos. Paladar de gran volumen, amplio, con jugosos taninos que evolucionan hacia el equilibrio y la elegancia.
El vino anima a la gente, la desinhibe y es el mejor elixir para despertar las pasiones. Cualquier plato gana si se acompaña de un buen vino. Sus sabores, cuerpos, texturas y aromas son infinitos y así de apasionante fue degustar el Mas Borràs.
Los climas más fríos del Penedès son los más idóneos para cultivar la noble y elegante variedad tinta Pinot Noir. Destaca entre todas la cultivada en la histórica Finca de Mas Borrás, que da nombre a este vino excepcional y distinto, que fue ya destacado por el Jurado Internacional de la Olimpiada del Vino de París en 1985.
Este vino de finca se elabora a partir de la cepa Pinot Noir procedente de la zona del Penedès Superior (Santa María de Miralles), a 520 metros de altitud, donde gracias a las frías noches de verano se consigue una equilibrada maduración de estas delicadas uvas. Mas Borràs es uno de los pocos Pinot Noir españoles en la actualidad.
Fino aroma floral (violetas) sobre fondos de frutas muy maduras (higos y moras). Paladar denso y de excelente estructura, con suaves taninos sustentados por la buena graduación alcohólica. En el final de boca aparecen notas de especias y humo, de cacao y de trufa.