Las pruebas que la vida nos pone en el camino
Hay momentos que sufrimos tanto que deseariamos olvidar todo y dejarnos caer.
Cada persona enfrenta ciertos retos, dificultades y pruebas especificas en el transcurso de su vida; Hay personas que tienen que aprender a vivir sin lujos o con problemas de dinero, otros tendrán que luchar contra su fuerza de voluntad, habrán quienes deban superar alguna enfermedad y algunos otros deberán aprender a manejar sus relaciones personales. Lo cierto es que nadie se salva, a todos nos tocan pruebas en esta vida. Es importante saber reconocer cuando llega ese momento. Podemos enojarnos, frustrarnos y reaccionar de mal modo o superarla, aprender de ella y convertirnos en una mejor persona. Estas pruebas no son opcionales pero son oportunidades de crecimento necesarias.
Cada cocinero es trasformado por lo que hace, más que por lo que sabe. Correr el riesgo y luchar por vencer la prueba produce una satisfacción extraordinaria y una recompensa gratificadora
Maricela tuvo que morderse los labios de la furia que sentía. Estaba sentada en un restaurante frente a su esposo, Claudio, quien acababa de darle la mala noticia. Había firmado como abal en el banco a un conocido, Alonso, el cual no pudo cumplir con su promesa y ahora el banco le iba a cobrar a Claudio.
Maricela le había advertido muchas veces a su esposo que no se involucrara comercialmente con Alonso y mucho menos que firmara documentos legales por él, ya que se trata de una persona poco confiable, embustera que hace poco, habla mucho y no cumple nada de lo que promete.
Claudio, un hombre noble con un gran corazón quiso creerle a Alonso. Pensaba que él podía ayudarlo en su trabajo ya que Alonso le dijo que tiene importantes contactos. Así que Claudio no dudó en aceptar y firmar garantizando el pago del préstamo que Alonso había obtenido. Gran sorpresa se llevó cuando unos meses después recibió una carta del banco informándole que Claudio debía hacerse responsable por la deuda. Ahora él tendría que abandonar sus planes de vacaciones y tocar sus ahorros para pagar una deuda que no le correspondía.
Maricela sintió que la sangre le hervía. Estaba indignada con su esposo. Por dentro le quería gritar, tratarlo como si fuera un inútil y un irresponsable. Tenía tanto enojo que sentía que iba a explotar. Se sentía traicionada y mortificada. Se preguntaba por que él nunca la escuchaba, porque ignoraba sus comentarios y ahora ella también debía pagar por los platos rotos.
Maricela se levantó en silencio y salió al balcón. Allí se apoyó sobre el barandal y permaneció un largo tiempo mirando al vacío. Se preguntó qué hacer, cómo reaccionar, que sería lo mas conveniente a pesar de su enojo, si actuar en una forma destructiva dañando la relación o de manera constructiva presentando posibles soluciones. Pensó en sus hijos, en un esposo generoso, un buen padre y proveedor. A pesar de su enojo, ella sabía que su marido no tuvo intención de lastimarla y no deseaba aumentar la distancia y el dolor en la pareja. Asi fue como optó por tomar una actitud controlada y constructiva.
Cuando se aseguró de que estaba más calmada, regresó a la mesa y dijo con una voz tranquila y firme:»Pensemos como vamos a hacer para pagar la deuda y remediar esto. También debemos cambiar muchas cosas de nuestra relación»….
La Receta
Venciendo las pruebas de la vida
INGREDIENTES
- 1 pieza de fuerza de voluntad
- 1 racimo de valor
- 2 rebanadas de elección
- 3 gotas de resistencia
- 1 taza de fe
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
Es necesario reconocer y aceptar la prueba para poder dominarla. Si no es una situación difícil o incómoda quizá no sea realmente una prueba.
MODO DE PREPARACIÓN
- Todo cocinero es libre y tiene opciones. Puede elegir entre aceptar la prueba, luchar y vencer o negarla, evadir y perder. Las oportunidades se evaporan rápidamente. Hay que estar alerta, descubrir cuando se tiene la posibilidad de aprovechar cualquiera situación que ayude a crecer, aprender y mejorar por más incómodo o difícil que parezca.
- Cada quien come el fruto de sus esfuerzos. Cuando el cocinero está pasando por una prueba tiene que cruzar barreras, elevar y revelar su propio potencial y superar sus propios límites. Así logra una sensación de triunfo, alivio y regocijo.
- No existen pruebas que no se puedan pasar. Tener espiritualidad ayuda a aceptar el reto y a obtener fuerza de voluntad, tenacidad y sobretodo entender que no hay imposibles. Aun cuando la prueba no tenga solución se puede aceptar con resignación y dignidad.