¡Qué difícil es reconocer los talentos y los consejos de las personas más cercanas!
Quizá una de las frustraciones más grandes que hay, es saber que la gente que podría apreciar y beneficiarse de la experiencia, los consejos y los conocimientos de uno, son de hecho los últimos en hacerlo. Es común que los familiares y las personas más cercanas, rara vez reconozcan que en casa se cocina mejor, se sabe más o se conoce mejor. Basta para que alguna persona de afuera lo mencione para que se haga obvio aquello que se ha tenido por mucho tiempo frente a uno. ¿Cuántas veces hay que ir a otro lugar para ser verdaderamente reconocidos? Como dice el dicho: «nadie es poeta en su pueblo».
Si nos recordamos diariamente que la vida es un regalo quizá podríamos agradecer y apreciar más a todos y todo lo que nos rodea
Los días en familia y con amigos íntimos a veces traen sorpresas inesperadas. Así le sucedió a David, un médico de buena reputación que aprendió más en un dia que en muchos años de profesión.
Varias familias se habían reunido para gozar de la buena compañía, el clima de confianza, la tranquilidad y la alegria que sólo los buenos lazos de amistad pueden producir. Todos llegaron con buena disposición y con gusto de reencontrarse como lo hacen cada año en el mismo lugar y en la misma fecha.
Poco a poco se comenzó a llenar la mesa con las distintas especialidades de cada familia. Cada una se veía más apetitosa que la otra. A la hora de servirse era realmente difícil escoger que comer, pero sin duda, uno de los platos que tuvo más éxito fue una deliciosa y fresca ensalada de atún. Todos quisieron probarla. En pocos minutos el platillo más popular se vació por completo. Muchos se quedaron con las ganas de servirse otra porción y casi todos los presentes quisieron obtener la receta.
¡Qué gran sorpresa se llevó David cuando se enteró que el mejor platillo del evento lo había preparado Delia, su mujer! Todos y cada uno de los amigos la alabaron por su receta tan sabrosa. Al principio, David creyó que se trataba de una confusión. Había comido algunas veces esa ensalada en su casa, pero no le había prestado demasiada atención y no la recordaba tan sabrosa. No creía que su mujer fuera capaz de cocinar tan bien. David le comentó a algunos de sus amigos «Yo no creo que esto lo haya hecho mi mujer. ¿Seguro que no fue Alicia? Ella es una gran cocinera» Los amigos comenzaron a reír al ver su cara de desconcierto. A David le llevó aún un rato hasta poder convencerse de que su esposa era capaz de cocinar tan bien. No porque la pensara como una mala cocinera, sino simplemente porque nunca le había prestado suficiente atención a la comida que ella prepara y por ello no la valoraba tanto.
Lamentablemente, esta es una escena que se repite en los hogares de muchos y no necesariamente por un simple platillo de atún. Hay veces que la propia familia no es capaz de apreciar las virtudes, habilidades o la sabiduria de los miembros de la casa. La gente no valora o reconoce que muchas veces, los mejores recursos y los consejos más sabios y desinteresados se pueden encontrar en el propio hogar.
La Receta
Reconociendo a los tuyos
INGREDIENTES
- 2 tazas de atención
- 1 cucharada de reconocimiento
- 2 sobrecitos de aprecio
- 1 cubo de asombro
- 1 taza de gentileza
- Una pizca de emoción
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
El asombro y el aprecio sazonan deliciosamente la vida
MODO DE PREPARACIÓN
- Apreciar y valorar lo que se tiene todos los días. Para vivir plenamente y disfrutar es necesario poner atención a todas las pequeñas cosas que la vida ofrece. Hay que tomarse el tiempo para observar lo que se posee.
- Encontrar las cualidades únicas y especiales de los seres queridos. Recordar que no hay nada seguro en esta vida. Cada día es una nueva oportunidad de reconectarse, nutrir y cultivar la relación. Cuando se olvida este principio se pierde el encanto y fácilmente de cae en la rutina y se pierde el goce de vivir.
- No hay que esperar que suceda algo extraordinario para poderse asombrar. Cuando se puede integrar la admiración, el aprecio y la gratitud a la vida diaria, el resultado es una calidad única y verdaderamente excepcional en las relaciones personales. Adquieren un sabor grato y novedoso.