Es más facil callar y evitar una confrontación, pero ¿será una actitud sana?
Si bien muchas veces el silencio es sagrado, otras veces puede resultar en un arma que destruye las relaciones personales.
Así como el poder hablar es un derecho, guardar silencio es una elección. Una vez que escogemos quedarnos callados y no decir lo que es importante, nos escondemos y nos alejamos de las personas y del mundo que nos rodea. A veces resulta más fácil y cómodo refugiarse en el silencio y distanciarse. A veces se tiene la ilusión que de ese modo los problemas se van a resolver por arte de magia. Hay quienes creen que el tiempo borra toda huella y que eventualmente todo regresa a la normalidad. ¡Que gran fantasía! Ignorar las cosas no las va a resolver.
Hay que tener valor en la vida para poder enfrentar los momentos difíciles y aprender de éstos, ya que estos son los que nos van a fortalecer el carácter y marcar la diferencia en nuestra vida.
Gustavo un buen padre de familia y una persona muy querida, hizo malas decisiones en su trabajo, las cuales se tornaron en serios problemas financieros y legales. Por tener tan graves problemas, él decidió no decir nada a su familia para protegerlos del dolor y la angustia que esto causaría. Gustavo no acostumbra tener confrontaciones con las personas en general y mucho menos con las personas que se encuentran cerca de su vida. El prefirió sufrir en silencio, creando un muro impenetrable entre él y su familia. Finalmente, comenzaron a llegar demandas a la casa, llamadas acosadoras, abogados, etc. Los problemas se habían complicado tanto que era imposible que se solucionaran solos. La familia al no saber nada de lo que estaba pasando se horrorizó, se encolerizo y se tornó en una verdadera crisis.
Para su familia, Gustavo había sido negligente y lo acusaban por su gran falta de comunicación. Su esposa sentía que si bien ella no podría haber ayudado, quizás hubiera estado mejor preparada para enfrentar la situación y a lo mejor las cosas nunca hubieran llegado a estar tan delicadas.
A los ojos de su familia, lo que él hizo no había sido una actitud de cuidado sino de falta de responsabilidad por haber ocultado una situación de esa magnitud. Que ironía tan grande que por querer proteger a las personas que Gustavo más quería, las acabó lastimando.
Gustavo pudiera salir de ese laberinto del silencio que él mismo construyó, pudiera compartir sus penas y sus frustraciones con su familia y podría comenzar a construir lentamente un nuevo camino. Probablemente él y su familia podrían encontrar un sendero con luz al final del túnel.
LA RECETA
Valor para hablar
INGREDIENTES
- 1 taza de Aceptación
- 1 taza de Valor
- 3 sobres de Comunicación
- 1 Cucharada de Determinación
- 1kg de Cambio genuino
- 1 pizca de Responsabilidad
- Espolvoree con Fe
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
Quizás lo que hoy es un gran problema, pueda ser también el principio de una menor oportunidad, que trae una mejor vida, con un mejor futuro. No le temas y solo se valiente para enfrentarla.
MODO DE PREPARACIÓN
- Nadie planea o espera que le vaya mal en su vida, Es importante ser realista , aceptar esas situaciones como son y tener el valor de reconocer cuando y donde uno se equivoca o quizá los resultados no fueron los deseados.
- El Ego es el peor enemigo de uno mismo para poder actuar correctamente. Hay que dejar a un lado el orgullo y ver lo que es importante. Luego es necesario luchar sin detenerse, ni esperar que las cosas cambien solas.
- Hay que ser responsable por las acciones propias. Cuando uno acepta y toma acción, todos los problemas se convierten en aprendizajes y en oportunidades de crecimiento. Reparar los errores hacen que la persona fortalezca su carácter.