Durante muchos siglos el estudio de la astrología ha mantenido intrigada a la sociedad. Muchos insisten que los astros influyen en la personalidad y que si se conocen los secretos de la ubicación de las constelaciones y los planetas es probable que se pueda entender mejor el carácter de las personas.
Nada se puede descartar y todo es importante, sobre todo cuando uno se interesa genuinamente por conocer, entender y aprender cómo tratar a quienes nos rodean.
Saber escuchar es el mejor arma para poder resolver conflictos.
Los astrólogos sostienen que cada persona tiene características específicas según su signo y el momento en que nació, por lo tanto es importante tomar esto en cuenta al tratar con ella. El poder partir desde donde está situada la otra persona, poder ponerse en su lugar y entender su punto de vista ayuda a mejorar las relaciones.
Isabela tenía un programa de radio muy entretenido, cada vez que salía al aire se llenaba de llamadas telefónicas con radioescuchas que le suplicaban que los ayudara ya sea a rescatar la relación con sus esposos, a conquistar a sus amantes o a entender a sus hijos adolescentes.
En una ocasión una mujer llamó quejándose de que su marido siempre al llegar de su trabajo enciende el televisor y no desea conversar o ayudar en la casa. Cuando Isabela supo que su esposo era de Piscis le explicó a la mujer que este es un signo de personas independientes, soñadoras, trabajadoras y que no les gusta hablar demasiado. Agregó que seguramente su marido tiene que hablar todo el día en su trabajo por lo que es importante que la esposa lo deje descansar cuando él llega a la casa; así su marido estará agradecido que le ha dado su espacio y podrán convivir mejor. La señora estaba muy agradecida.
Otra mujer llamó preocupada por su niña; decía que es una testaruda y que no le hace caso. Isabela respondió que su hija que es de Capricornio, debe ser muy inteligente; las personas de este signo son como unas cabritas que no se detienen ante nada para conseguir lo que se proponen. Le aconsejó a la madre que si le puede ayudar a su niña a lograr sus objetivos, ella estará agradecida y más dispuesta a colaborar con lo que se le pida. La mujer quedó muy contenta.
A cada uno que llamaba a su programa, Isabela lo atendía con mucha amabilidad y comentaba acerca de los atributos positivos del signo de las personas con las que el oyente tenía el conflicto. Lo motivaba a entender, escuchar y sobre todo a aprender a tomar una perspectiva distinta partiendo desde el punto de vista del otro. Isabela le enseñaba a no insistir en las propias expectativas sin antes atender a las necesidades de la otra persona.
Ya sea desde la astrología, la psicología o el sentido común, cuando no se juzga, no se exige y cuando se hace un esfuerzo auténtico por entender al otro, la gente reacciona positivamente y mejoran las relaciones.
LA RECETA
Aprendiendo a escuchar
INGREDIENTES
- 1 taza de ojo noble y positivo
- 1 taza de apertura
- 1 manojo de flexibilidad
- 1 racimo de atención
- 2 cucharadas de respeto
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
No se puede hablar y escuchar al mismo tiempo
MODO DE PREPARACIÓN
- Es importante tener relaciones positivas para vivir tranquilamente y vivir mejor. Todas las personas necesitan nutrirse de buenas relaciones para encontrar la felicidad en su vida, así que el beneficio principal al mejorar las relaciones personales es para uno mismo.
- Cada persona es un mundo. Admitir las diferencias personales, valorar los otros puntos de vista y respetar las discrepancias lo enriquece a uno, abre el horizonte y multiplica las posibilidades para entender al mundo.
- Crear y mantener relaciones sólidas y auténticas es un verdadero arte. Cuando se aprende a considerar a la otra persona tal cual es, se la escucha sin juzgarla, defenderse o contradecirla, cuando se aprende a hablar sin provocar, lastimar o criticar, encontrando el momento preciso y el tiempo adecuado, se llega a uno de los mejores puntos de las relaciones personales, donde el respeto y el deseo de ser escuchado mantienen y alimentan la paz y el cariño; la persona crece y la relación perdura.