Agradeciendo, aun cuando es difícil encontrar una razón,un ejemplo a seguir
Hoy en día, en un mundo de crisis e inestabilidad, donde muchos están perdiendo sus trabajos e incluso sus casas, es muy difícil encontrar motivos para estar agradecidos. Se respira en general un clima de tensión, temor y mucha angustia. Dejarse hundir más, solo podrá llevarnos a deprimirnos y a lastimar a nuestros seres queridos. Así que precisamente, las razones que nos hacen preocuparnos deben convertirse en las causas por las que hay que encontrar simplemente una razón que nos mantenga, tan solo una cuerda, un lazo para sostenernos y salir adelante. Quizá al levantar la mirada y ver que tenemos una familia o amigo que está junto a nosotros, que estamos vivos o simplemente que el cielo es azul y que cada día el sol vuelve a salir.
La gratitud es el ingrediente básico para ser feliz. Nos conecta con el mundo nos engrandece el alma, nos regala el delicioso sabor con un aroma difícil de duplicar.
Irene acaba de perder a su esposo; falleció repentinamente de una ataque cardiaco fulminante. Ambos ya venían pasando una situaron difícil luego de haber hecho una mala inversión, perdieron el negocio y su casa. Sin darse por vencidos buscaron nuevamente como empezar de cero. Cada uno había encontrado un nuevo trabajo con suficiente ingreso que podían cubrir sus gastos y la educación de sus hijos. Ahora Irene se encuentra sola en un país que no es el suyo, con la responsabilidad de sacar adelante a sus cuatro hijos. ¿Qué motivo tiene Irene hoy para dar las gracias? ¿Cómo explicarle que la vida continúa y que con el tiempo esto también va a pasar y quizá pueda encontrar una razón para volver a reír?
Estas son preguntas duras que una persona que sufre y tiene dolor no puede contestar. Sin embargo, Irene con todo el valor que una persona puede tener, tomó valor mirando hacia delante, sin reproches y con una realidad que muchas personas que ni siquiera sufren no la llegan nunca a tener.
Pasaron algunos días después de la tragedia de Irene y su familia, cuando Lucidla, una buena amiga que vive en otro estado, llamó a la casa para ofrecer su compañía, visitar a la familia y acompañarla en su pérdida. Irene con ecuanimidad y agradecimiento le comentó a Lucidla:
¡Cuánto te agradezco tus palabras y tus buenas intenciones de querer venir desde tan lejos a acompañarnos! Pero realmente no es necesario, ya que ahora tengo aquí a mis padres y a mis hermanos. En unos días voy a regresar junto con ellos a mi país natal para explorar que posibilidades tengo de rehacer mi vida y la de los niños allí… ¿Sabes? La vida continúa, estoy viva y tengo la responsabilidad y el compromiso de sacar adelante a mis hijos. Estoy segura que eso es lo que Joel hubiera querido. Después de todo estoy tranquila, ya que en cuanto a mi relación con él, no hubo nada de mi boca que haya quedado pendiente, no he dejado de decirle que lo quería, no he desistido de llorar y reír junto a su lado, no he olvidado de expresarle mi gratitud mientras estaba vivo. Murió sin arrepentimientos y tuvo una vida plena. Es eso, precisamente, lo que me mantiene serena, me da ánimo y me motiva a salir adelante; incluso hoy tengo mucho por lo que agradecer.
Hoy es un buen día para comenzar a agradecer.
LA RECETA
Dando gracias
INGREDIENTES
- 2 cubos de reconocimiento
- 7 ramitas de agradecimiento
- 1 pizca de humildad
- 1 acción positiva diaria
- 2 cucharadas de alegría
- 1 cucharadita de gozo por vivir
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
MODO DE PREPARACIÓN
- La Gratitud es la esencia de la naturaleza humana. Cuando uno es capaz de agradecer y reconocer todo lo que le rodea, es probable que encuentre una razón que le de sentido a su propia existencia.
- Vivir agradecido genera un bienestar que se multiplica a través de las acciones. Entre más gratitud sienta el cocinero, mejor será su calidad de vida, creando una huella que se impregna continuamente y se incrementa a medida que agradezca por todo aquello que tiene.
- La Gratitud nos ubica. Nos da un toque de humildad y nos sensibiliza ya que nos recuerda que ni somos los únicos, ni podemos hacer todo solos.
- Añade sabor a la vida. Cocinar con agradecimiento y gozo en la gran cocina de la vida permite crear platillos extraordinarios con los simples ingredientes que se cuenta; listos para ser compartidos con todo el mundo.