Niños groseros y contestones ¿Cómo le hablan a usted sus hijos?
Que desagradable y triste es cunado se escucha un niño hablar con un mal tono a sus padres. ¿Cómo es posible que sus papas se lo permitan? ¿Acaso no educan bien a sus hijos? ¿O será que éstos son unos malcriados y no obedecen?
Ricardo es un muchachito testarudo que contradice a su madre públicamente, sin importarle la vergüenza que esto le ocasiona ni la falta de respeto que está demostrando. Tampoco le interesa lo que sus familiares, maestros y amigos tengan para decir al respecto. El modo en que le habla a su madre, Verónica, es realmente muy desagradable.
Vero se desespera y le contesta con un tono muy fuerte e insultos; así que cuando este par se pone a discutir, el clima se pone turbio y es muy incómodo estar cerca de ellos, como si las malas palabras y los gritos fueran a salpicar a quien se encuentre cerca.
Verónica es una madre joven, que recientemente se acaba de divorciar. Se siente triste, sola abandonada y al mismo tiempo se encuentra muy enojada. Culpa a su ex marido, Gilberto, por dejar a su familia y no haber luchado por resolver los problemas de la pareja. Lo que a Vero le cuesta reconocer es que él estaba cansado de los malos tratos, los gritos y las amenazas que recibía de ella y que se escuchaban diariamente en su casa.
Verónica utilizaba con todos, un tono muy déspota y grosero. Gilberto la ignoraba, encendía el televisor y se tomaba una cerveza para descansar después de un largo día de trabajo. Se sentía frustrado con la situación de la casa, pero nunca trató de hacer nada para mejorarla. Al hijo, Ricardo, no le gustaba hacer la tarea o recoger sus cosas, por lo que pelaba constantemente con su madre, empeorando aun más el clima del hogar. El joven muchacho buscaba refugio en los juegos de su computadora o con sus amigos de la escuela.
Verónica lloraba y se desahogaba con sus amigas de lo infeliz y enojada que vivía. Reproches, enojos y frustraciones llevaron a desintegrar a esta familia.
En el presente Verónica se queja de la actitud irrespetuosa de su hijo pero lo que no se da cuenta es que los hijos aprenden lo que se vive en la casa y que es muy difícil pedirles que hagan algo que uno mismo no lo hace.
El día en que Verónica pueda hablar con respeto, cariño y calma probablemente su hijo le contestará en mejor y más dócil tono. Quizá, entonces, pueda lograr tener una buena relación con su hijo y en el futuro, con una nueva pareja.
Hablar en un tono amigable y correcto más que un buen hábito es una garantía para tener una buena relación personal.
LA RECETA
Aprendiendo del ejemplo
INGREDIENTES
- 1lb. de ejemplo
- 2 cucharaditas de cuidado
- 5 gotas concentradas de constancia
- 1 taza de obligación
- 1 manojo de rectitud
- Agregar valores continuamente
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
A medida que se establece un clima de confianza y buena comunicación en la casa los hijos incorporan y promueven los valores aprendidos en una manera sólida logrando crear raíces permanentes.
MODO DE PREPARACIÓN
- Los hijos son el reflejo de las acciones de los padres. Porque los hijos imitan a sus padres, un ejemplo vale más que mil palabras.
- Los valores y el ejemplo son la base de la educación. Llevar una vida balanceada donde la educación, la espiritualidad y la realidad se combinan, con un modelo positivo aumenta la probabilidad del éxito y la integridad de los hijos.
- Ser ejemplo no es fácil. Es mucho más cómodo dar órdenes y exigir que demostrar y convertirse en un vivo ejemplo. Desafortunadamente tener tan solo buenas intenciones no basta para producir comportamientos suficientemente validos y benévolos, es vital estar conciente el impacto que cada persona tiene sobre sus hijos o alumnos.
- A medida que los padres refinan sus actitudes sus hijos mejoran sus comportamientos. El ejemplo causa tal impacto que los hijos adquieren inmediatamente los cambios y beneficios de sus padres.
«El ejemplo no es lo mas importante para desarrollar el carácter de los hijos, es lo único que importa». RPV