Cuando se vive en tierra de nadie
Rolando y Sabrina llegaron al país hace pocas semanas y ya sienten el precio que se paga cuando se comienza una nueva vida en otro país. Ambos extrañan tremendamente a sus familias y al país que dejaron atrás. Se sienten culpables de haber abandonado a sus seres queridos, lloran, se sienten inseguros, solos y el estrés ha llevado a la pareja a tener grandes peleas.
Vivir con buenos recuerdos ayuda a darle un sabor único a los platillos de la vida.
Con el pasar de los días, Rolando y Sabrina han comenzado a conocer más gente, incluyendo varios inmigrantes. Entre ellos se encuentra Rafaela que llego hace dieciocho años y a pesar de que ha logrado tener una buena vida, no deja de extrañar todo aquello que dejó atrás, en su México lindo y querido. Por otro lado está Diego, un abogado con un buen puesto. Dejó la Argentina hace ya veintidós años atrás, tiene una buena esposa y dos hijos. Él también sufrió mucho cuando recién llegó a vivir a los Estados Unidos ya que toda su familia se quedó en Argentina, pero hoy en día se siente muy cómodo con el camino que eligió.
Rolando y Sabrina se enteraron de lo que le pasó a Angélica, una costurera de Guadalajara. Siempre había escuchado que si cruzaba al otro lado a trabajar, lo más probable es que pudiese ganar una fortuna y que en muy poco tiempo podría regresar a su Jalisco para poder comprar una gran hacienda donde toda su familia pudiera vivir bien. Sus expectativas irreales y fantasiosas hicieron que Angélica regresara nuevamente a su país con los sueños truncados y mucha desilusión.
El futuro de Rolando y Sabrina dependerá de la actitud que tomen. Si deciden tener una disposición negativa, quejarse de su suerte, aferrarse solo al pasado y tener fantasías irreales entonces seguirán el camino de Angélica. En cambio, si tienen una buena actitud, apertura, objetivos claros, dejan de comparar la vida pasada con la presente y comprenden que la adaptación lleva tiempo, entonces lograrán adaptarse y salir adelante en el nuevo país.
Secretos del inmigrante para vencer la nostalgia:
Dejar el país natal, es difícil, ya que siempre hay seres queridos y amigos que se extrañan, sabores que se desean y lugares que se añoran. ¡En fin! ¡Tantos recuerdos con los que uno ha crecido y que han dejado su huella! Sin embargo, hay que recordar que de lejos todo parece más bonito, más fácil y hasta más sabroso. Si se vive de los recuerdos del pasado, en lugar de vivir el presente, entonces uno se está lastimando y se está perdiendo la oportunidad de tener un futuro mejor. Si uno toma la decisión de vivir en otro país, se recomienda tener paciencia, ser flexible, luchar y no dejar vencerse tan fácilmente. El tiempo es un buen aliado.
LA RECETA
Echando raíces
INGREDIENTES
- 1 Taza de Confianza
- 1 Taza de Determinación
- 2 Cucharadas de Actitudes positivas
- 1 Manojo de Flexibilidad
- Tiempo suficiente para lograr raíces
- Un chorrito de paciencia
- 3 gotas de curiosidad
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
Aprender el idioma, costumbres, amigos nuevos y positivismo.
MODO DE PREPARACIÓN
Es importante mirar siempre hacia adelante con valor y convicción. Cuando se toma una decisión se tiene que hacer todo lo posible por adaptarse, ya que es imposible estar en dos lugares al mismo tiempo. La confianza en la elección y el esfuerzo en adquirir actitudes positivas llenas de curiosidad y paciencia ayudarán a sazonar esta receta.
El país natal siempre se lleva adentro. Los recuerdos y un poco de nostalgia son ingredientes que vamos a utilizar toda la vida. Hay que combinar las memorias y las raíces del pasado con la nueva vida para lograr armonía y conseguir una buena adaptación.
Saber de donde venimos no nos impide saborear y probar nuevos platillos. Hoy, más que nunca, está muy de moda mezclar distintos sabores y platillos de todas las partes del mundo, lo que hace que la cocina sea un lugar más completo divertido, rico y sabroso.