Mi historia de amor con el mundo vinícola comenzó una noche calurosa en Río de Janeiro Brasil en el pent house de un hotel de lujo frente a la bahía.
Ahí estaba Georg Riedel, seductor y encantador, mostrándonos los secretos que contienen las copas Riedel, estas hermosas copas que son el canal de contacto entre el vino y el paladar.
Lo que debe buscar y descartar de una copa para disfrutar a pleno los vinos.
La copa es el ultimo eslabón en la cadena del vino, que empieza en el viñedo y termina en el consumidor.
Sería muy infantil pensar que todos los vinos pueden mostrar su mejor expresión en una copa de misma forma y tamaño.
Hay toda una serie de secretos con respecto a las copas y conocer estos secretos es entrar a una nueva dimensión en la degustación de vinos.
La elección de una copa no depende de una cuestión estética (aunque la verdad es que son una pieza de arte) sino de las características de un vino, del tipo de uva, de la edad, del color, del origen…
Un buen vino siempre será un buen vino con la desventaja que, tomándolo en la copa no adecuada, no tendrá la oportunidad de demostrar su complejidad, su finura y delicado aroma.
Tanto el ancho como el volumen de llenado, si influyen.
Es que tanto la vista como el olfato y el gusto son los sentidos involucrados en una buena percepción de un vino; de esto se desprende que una buena copa y adecuada marca la diferencia.
Hoy la forma de vida actual rechaza todo formalismo y ritual que no tenga un fundamento justificado por el uso y la practicidad. Y en el caso de las copas, eso también sucedió. Todo comenzó con los trabajos de Claus Riedel, de la casa de cristal austríaca que lleva su nombre, que comenzó a investigar el motivo de cambio de percepción olfativa y gustativa con copas de diferente formato.
En 1973, en Oriveto, Riedel presentó por primera vez un conjunto de diez copas diseñadas específicamente para realzar las características de cada tipo de vino, Con la ayuda de la Asociación de Sommeliers Italianos en su desarrollo. Esta presentación generó un cambio dramático en el mundo del vino, que luego se siguió ampliando a otras bebidas alcohólicas. El concepto de Riedel fue bien claro: nada de decoración ni ornamentación.
Siguiendo los preceptos de la Bauhaus, la escuela de diseño fundada en Alemania por Walter Gropius en 1919, innovadora del diseño industrial y de la arquitectura, las copas de Riedel son el resultado de que la forma es consecuencia de la función.