Una ciudad vibrante construida sobre una civilización antigua, modernidad, templos, grandes rascacielos, una encrucijada de culturas, una mezcla de tiempos que confunden y seducen a los que nos aventuramos entre la multitud en sus calles. Hong Kong es emocionante, lujoso y extrovertido, un lugar donde todo puede pasar y lo inesperado se hace realidad.
Una vibrante metrópolis donde los contrastes rebasan todos los límites, mezclando riqueza y pobreza, luz y penumbra, influencia oriental y occidental, modernidad y antiguos templos. Es una ciudad que no duerme, con decenas de visitas de ocio y culturales, decenas de mercados y puestos callejeros y un skyline que deja en segundo plano a Nueva York. La falta de espacio para su densa populación provocó un incremento en la demanda para las construcciones más espaciosas, lo cual hizo que se convirtiera en un líder en la arquitectura moderna y la ciudad más vertical del mundo.
Además de una ciudad con inigualable vida nocturna, algo muy llamativo para cualquier joven de mi edad, Hong Kong ofrece una espectacular gama de hoteles de lujo y restaurantes gourmet. Yo me hospedé en el reconocido Hotel InterContinental. Se encuentra entre los distritos comerciales, los entretenimiento y los de compras. El edificio, una estructura moderna de 17 pisos, cuenta con la mejor vista de todos los hoteles de cinco estrellas de la ciudad.
InterContinental Hong Kong es el hogar del célebre restaurante Nobu, de innovadora cocina japonesa del famoso chef Nobu Matsuhisa con un impresionante ulterior diseñado por David Rockwell. Nobu Matsuhisa lleva a sus platillos lo que ha aprendido en su sushi bar de Tokio, así como de sus viajes a Perú, Argentina y los demás países que ha recorrido para crear una nueva tendencia en la gastronomía japonesa.
Este increíble hotel ha sido reconocido con varios premios a nivel internacional, uno de ellos otorgándole el honor de contar con las Suite Presidencial más espectacular, y las grande, del continente asiático. Yo tuve la gran oportunidad de hospedarme en esta suite. Un lugar impresionante, 650 metros de lujo, donde el disfrute es el todo. Quedamos tan encantados con sus enormes ventanales que enmarcan la impactante vista del skyline de Hong Kong, su divina piscina infinity al aire libre, su largo piano negro brillante en la cálida luz de la sala, su jacuzzi y ducha selva tropical, y su infinidad de detalles y sorpresas, que cancelamos todos los planes turísticos que teníamos y nos quedamos a disfrutar de este paraíso.
La isla de Hong Kong ha atraído turistas de todos los rincones del mundo. Además de su impactante modernidad y caóticas calles y centros comerciales, la ciudad ofrece muchas más atracciones. El Pico Victoria, accesible vía funicular, permite divisar las vistas de postal de Hong Kong, el Skyline del Kowloon y la gran actividad de la Bahía Victoria. La vibrante zona del Soho y la Escalera Mid-levels, la escalera eléctrica mas larga del mundo, son áreas con mucha actividad y conmoción. El hermoso Monasterio de los Mil Budas es una construcción típica china, roja y dorada, hogar a un numero impactante de diferentes representaciones de Buda, bañadas en oro.
Una ciudad divertida y energética, Hong Kong nunca aburre. Existe aquí un contraste continuo y una perfecta harmonía entre lo moderno y lo antiguo. Este vibrante lugar es una unión única de tradición china y cultura británica, de feng chui y rascacielos, de exclusivos clubs e interminables centros comerciales. Una complicada y extravagante jungla de concreto, Hong Kong, no tiene igual.