Se trata de la máxima expresión de la sexualidad. De la más importante catarsis física y emocional a la que pueden tener acceso hombres y mujeres al momento de explorar y descubrir sus cuerpos, solos o en compañía. Me refiero al orgasmo, esa breve explosión sexual que a todos nos hace sentir que, cuando hace su aparición, nos separamos de nuestra estructura física y nos elevamos al techo o al cielo mismo por unos cuantos segundos.
Sin embargo, en pleno siglo XXI todavía hay quienes se refieren a él (principalmente las mujeres) como el Santo Grial de la sexualidad. ¿Por qué? Porque todos hablan de él, pero sólo muy pocas lo conocen.
En términos médicos y científicos todos hemos leído y escuchado desde nuestra niñez probablemente sobre el orgasmo. Sabemos que el responsable de que podamos experimentarlo es el sistema nervioso central y que éste se vale de las llamadas zonas erógenas (piel, senos, manos, glúteos, espalda baja, orejas y un interminable etcétera) para hacer su triunfal aparición, pero… ¿realmente somos unos expertos en materia orgásmica sólo porque nos hemos informado al respecto o porque los hemos sentido y provocado?
Por principio de cuentas, debemos partir de un principio elemental y necesario para entender este tema: los orgasmos de las mujeres y los orgasmos de los hombres son totalmente diferentes. Sin embargo, en ambos géneros éste hace su aparición cuando el cuerpo humano es correctamente estimulado y entre los involucrados (de preferencia) existe un nexo emocional que va más allá de la necesidad o el deseo sexual.
Respecto a las mujeres, vale la pena mencionar que existen prácticamente más de una docena de variedades de orgasmos femeninos: el de clítoris, el vaginal, el del punto G, el del punto A (sí, sí existe), el del punto profundo, el del Punto U, el de senos, el oral (por medio de besos por todo el cuerpo, incluyendo el área genital), el anal y el mental, entre otros. El nivel de frecuencia e intensidad de estos señores O depende de la destreza sexual tanto de la mujer como de su pareja y el resultado final puede ir desde una placentera y breve contracción espásmica hasta una copiosa eyaculación… ¡sí, las mujeres también eyaculan!
En cuanto a los varones, si alguien cree que el orgasmo de éstos sólo se limita a la expulsión de semen a través del meato uretral por medio de contracciones musculares, están olímpicamente equivocados. El cuerpo humano masculino es tan maravilloso que incluso puede alcanzar el orgasmo sin necesidad de eyacular, aunque éste es un ejercicio que puede requerir de días y semanas de mucha práctica en la que una buena respiración y la muy famosa técnica “del apretón”, juegan un papel preponderante.
Sin embargo, para que tanto hombres y mujeres puedan alcanzar el orgasmo pleno y que éste impacte positivamente tanto en su sexualidad como en su cotidianeidad, es de suma trascendencia que exista mucha comunicación entre ambos y que cada uno le diga al otro qué es lo que le gusta y cómo le gusta. En las relaciones de pareja no debe haber lugar a los complejos y los tabús, porque éstos, además de provocar culpas innecesarias, nos aíslan emocionalmente.
Igualmente, si no tienes pareja, lo ideal es que te animes a la exploración de tu cuerpo y que a través de múltiples ejercicios masturbatorios descubras de lo que eres capaz en la búsqueda del placer.
Y no olviden que todos los sábados los espero, en punto de las 23:00 horas, en su programa Exclusivo para hombres, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevisión y 121 de Sky).
Top 5 de los orgasmos en Hollywood
Los hay de todo tipo. De todos colores y sabores. En pareja o en solitario. No están todos los que son ni son todos los que están, pero éstos son, en mi humilde juicio, los 5 mejores:
- Meg Ryan, Cuando Harry conoció a Sally (1989).
Sí. El mejor orgasmo en la historia del cine es fingido. - Jennifer Aniston, Todopoderoso (2003).
Lógico. Un hombre todopoderoso puede satisfacer a su mujer así. - Jane Fonda, Barbarella (1968).
¿Imaginan a una mujer siendo condenada a morir a punta de orgasmos? - Ben Stiller, Loco por Mary (1998).
A falta de gel, ¿semen? ¡Qué más da! - Shirley MacLaine, Bienvenido, Mr. Chance (1979).
Sí, Shirley fue primero que Ben. Pero ella lo hizo con clase.
¿Qué escuchar?
Relax (Come fighting), FRANKIE GOES TO HOLLYWOOD (1984).
En el disco debut de esta banda británica de new wave, prácticamente considerados unos one hit wonder, se incluye este cachondo tema que a tres décadas de su lanzamiento sigue siendo todo un himno en los antros gay y hetero.
¿Qué leer?
El libro del orgasmo femenino, 2011.
Escrito por la psicóloga sexual australiana Vivienne Cass, este libro nos explica que sólo 30% de las mujeres suele tener orgasmos de calidad. Es por eso que tanto damas como caballeros lo deben leer obligadamente.
¿Qué ver?
9 orgasmos, 2004.
Filme inglés dirigido atinadamente por Michael Winterbottom que nos lleva a un recorrido de ocho conciertos de rock e igual número de relaciones sexuales entre Matt y su novia Lisa. Es una película de amor, pero, eso sí, con mucho sexo.
Para reír
Definición simple de orgasmo (no la encontrarán en ningún diccionario):
Placer breve, dura en promedio seis segundos. Es como el Metro, por lo regular llega con retraso, otras no llega, y cuando lo hace no es nada del otro mundo; otras veces va demasiado aprisa y otras es de categoría superior.
Consultorio sexual
Pregunta:
De un tiempo a la fecha he comenzado a experimentar durante mis relaciones sexuales algo que me llena de enorme satisfacción, pero que, al mismo tiempo, me causa una tremenda incomodidad con mi marido: al momento de llegar al orgasmo (no siempre, pero sí con regularidad) me resulta muy difícil controlar mis emociones y literalmente “me orino” al acabar. ¡Qué vergüenza!
-Anónima (Guadalajara, Jalisco).
Respuesta:
¿Qué te parece si en lugar de sentir vergüenza o incomodidad empiezas a sentirte orgullosa? Lo que te está ocurriendo es precisamente uno de los placeres más altos que puede alcanzar una mujer: se trata nada menos que de la eyaculación femenina. Infórmate y disfruta. Es todo.
Vía Facebook
•Miguel Ángel León: “Romper costumbres, tabús, mucha comunicación, paciencia, dedicación y que dejemos de ser egoístas para saber disfrutar el placer de nuestra pareja”.
•Ana Cristina: “Olvidarnos de todo y clavarnos en sentir y estimularnos con las cosas que nos llenan los cinco sentidos”.
•Diputada Miriam Saldaña: “Parece mentira que en pleno 2014 haya mujeres que jamás han experimentado ni orgasmos múltiples ni eyaculación femenina”.
•José Carlos Pérez: “Con yoga aprendí a no eyacular y sólo tener orgasmos; también a proveer el placer a mi dama. Eso hace que uno como hombre sea multiorgásmico”.
•Virginia Camarena: “Se necesita ser honest@s y decirle a nuestra pareja sin tapujos qué es lo que nos gusta. Hablar de multiorgasmos es hablar también de amor; es una exploración y conocimiento de nuestros cuerpos”.