Contexto
Un metrosexual es un hombre que siente gran preocupación por su imagen y se caracteriza por gastar en cosméticos, ropa y tratamientos estéticos más que la media. El término es de aparición reciente, inventado por Mark Simpson (periodista, escritor, empresario y locutor de radio británico) en 1994 y es un prefijo que proviene de metrópoli y refleja que se trata de una tendencia princialmente urbana.
La palabra se inventó en Inglaterra usando los términos “metro” de metrópoli y “sexual” de sexo, definiendo al nuevo hombre del Siglo XXI. El metrosexual no necesariamente debe ser adinerado, vive en los núcleos urbanos, le gusta vestir con ropa de moda, se arregla las uñas e incluso se maquilla, cuida su piel (con tratamientos faciales), se tiñe el cabello y tiene proclividad incluso a las cirugías plásticas. Puede ser heterosexual, homosexual o bisexual, lo que importa es que se “gusta a sí mismo” y muestra a un hombre liberado de la imagen típica del macho que ha caracterizado al género por siglos.
Cuando llegamos a la edad madura, es totalmente comprensible que tanto hombres como mujeres busquemos vernos y sentirnos mejor, y esto no sólo tiene que ver con la estética o la apariencia física, sino con un estado de salud óptimo que nos permita atacar frontal y efectivamente todos aquellos agentes internos y externos que provocan el declive natural del estado físico de todos nosotros.
¿Cuántas veces no nos hemos mirado en el espejo deseando no haberlo hecho porque en definitiva ya no lucimos como en nuestros años mozos? Aquel que niegue haber pensado alguna vez en el botox, un lifting, una liposucción, un bronceado artificial, un relleno, el ácido hialurónico, una “escapadita” a un spa e incluso someterse a una cirugía plástica, es porque simplemente no es humano o porque simple y llanamente tiene su propia fuente de la eterna juventud o el secreto de Dorian Gray.
Sin embargo, siempre que se haya contemplado alguna de las alternativas antes mencionadas se deberá considerar la utilidad, la factibilidad y la posibilidad de recurrir a ellas más allá de si nuestro bolsillo lo permite. Y es que hoy en día existen miles de casos de personas que se han afectado irremediable e irreversiblemente por no estar debidamente informadas sobre tal o cual tratamiento y se someten a éste sólo porque leyeron que a una celebridad le fue muy bien con éste o porque “a Pepita la vecina le hicieron una hojalateada con el doctor Gómez (que ni doctor es a final de cuentas) y me dijo que si voy con él, me puede hacer un descuentito”.
Cuando se trata de nuestro propio cuerpo y nuestra propia salud es imperativo que nunca escatimemos, ni en recursos ni en opciones. Para afrontar algún tipo de opción estética a aplicar en nosotros mismos se requiere no sólo de dinero, sino también de inteligencia y de la opinión de un experto en el terreno capaz de orientarnos sobre lo que nos conviene y sobre lo que no, y para eso también es un requisito irrenunciable que acudamos a un profesional 100% probado y comprobado capaz de comprometerse con nuestra salud y que jamás nos someterá a alternativas de riesgo que en una primera instancia nos hagan lucir ridícul@s, pero que en una segunda incluso podrían ocasionarnos daños irreparables e irreversibles. Alguien que es capaz de hacerte lo que sea, aunque no no te convenga, sólo porque le vas a pagar, no merece que le confiemos ni nuestro cuerpo ni nuestra salud.
Afortunadamente el presente es una época de tremendos avances y alternativas médico-científicas en el campo de lo estético, amén de que también es posible allegarnos tratamientos al alcance de nuestros bolsillos para que nadie se quede al margen de lucir y sentirse bien. Sin embargo, como lo recalcan los especialistas, existen métodos sumamente eficaces que están al alcance de nuestras manos, como son una dieta sana y balanceada, hacer ejercicio frecuentemente, protegernos de los rayos solares, acudir con nuestro médico de cabecera para que nos recomiende un buen kit de vitaminas y sobre todo tener siempre presente que si internamente nos sentimos bien, externamente nos veremos mejor. ¿No creen?
Y no olviden que todos los sábados los espero, en punto de las 23:00 horas, en su programa Exclusivo para hombres, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevisión y 121 de Sky).
Bien por dentro, ¡mucho mejor por fuera!
Actualmente existen innumerables alternativas médicas y científicas que ofrecen garatía de que es posible contrarrestar el inexorable paso del tiempo efectiva y contundentemente:
- F-Cells. Innovador tratamiento celular que elimina arrugas y fortalece la piel a base de células denominadas fibroblastos, extraídas del cordón umbilical.
- Ozonoterapia. Terapia natural encaminada a tener más salud, energía y vitalidad a través de la administración de una mezcla de oxígeno y ozono.
- Plasma rico en plaquetas. Tratamiento antivejez en el que se administra la propia sangre del paciente para regenerar pieles envejecidas, arrugas y surcos.
- Transfer factor. Para aquellas personas con cáncer, un tratamiento con factor de transferencia sirve enormidades para fortalecer su sistema inmunológico.
¿Qué escuchar?
Rio Duran, Duran 1982
Desde su irrupción en la escena música de este quinteto británico de pop a inicios de los ochentas, la cuidadísima apariencia de John Taylor y Nick Rhodes, bajista y tecladista, respectivamente, han hecho dudar a más de uno sobre su hombría.
¿Qué leer?
¡Sé malo, por amor de Dios! 2012 Escrito por la californiana Tara Lain, experta en novelas eróticas, este libro narra la difícil existencia de Kit, un alto ejecutivo de una prestigiosa compañía que pretende conquistar a Bett, pero ésta no lo pela porque sospecha que, por su apariencia, es gay.
¿Qué ver?
Torrente 3: el protector
2005
Hilarante saga estelarizada por el simpatiquísimo Santiago Segura, en la que se ironiza y ridiculiza a las actuales comunidades metrosexuales que piensan y viven el credo del culto a la personalidad. ¿Y la trama? ¡Qué más da, sólo rían y rían!
Para reír
Las diferencias entre su marido y un metrosexual:
- La palabra fue inventada por Mark Simpson. La palabra que define a su marido es Homero Simpson .
- Un metrosexual no tiene pena de pintarse las uñas de negro. Su marido no tiene pena de tener todo negro debajo de las uñas.
- Un metrosexual no tiene miedo de estar en contacto con su parte femenina. A su marido le encantaría estar en contacto con alguna de sus amigas.
- Un metrosexual puede posar para la portada de una revista gay. Su marido puede posar para la portada de una revista de ganadería.
- Los metrosexuales aman teñirse el cabello. Su marido ya ni pelo tiene.
Consultorio (NO) sexual
Pregunta: Todo empezó cuando se inscribió a un gimnasio de los de moda. Ahí conoció a no sé quién que le aconsejó esmerarse un poco más en su apariencia personal y ahora gasta mucho dinero en tratamientos faciales, capilares ¡vaya!, hasta va a un spa muy exclusivo. Un par de veces a la semana va a un tratamiento de cámara hiperbárica (según él que para mejorar su piel) y ya hasta hizo cita con un cirujano plástico porque quiere un trabajito en pómulos, papada, nariz y lonjas… ¿qué le pasa a mi esposo, se habrá vuelto homosexual? ¡Me quiero divorciar!
Anónima (Tlaquepaque, Jalisco)
Respuesta:Aquí hay un tema que te tiene extremadamente inquieta e incomoda. Te aconsejo que entables diálogo inmediatamente con él para saber “de primera mano” qué le está ocurriendo. Van a requerir de mucha comunicación, pero tú también necesitarás de mucha madurez para enfrentarte a un eventual escenario que no tenías contemplado.