Hay una línea muy delgada entre lo que nos hace bien y lo que nos hace mal. Y aunque la gran mayoría está convencida de que estos dos primos hermanos lejanos atañen a lo subjetivo, es evidente que hay condiciones claramente identificables para cualquier individuo (hombre o mujer) en las que, dependiendo de su estado psicológico, pueden beneficiarlo o afectarlo profundamente.
Un ejemplo muy claro de lo anterior es la soledad, la cual es un fenómeno sumamente interesante para analizar respecto a la naturaleza del comportamiento humano. Cierto, somos “animales racionales” y esto significa que fuimos diseñados para convivir, cohabitar y coexistir con nuestros semejantes; relacionarnos con los demás es, de hecho, uno de los más grandes dones con los que podemos contar.
Sin embargo, el ritmo vertiginoso de los días actuales nos ha llevado a enfrentarnos a una situación sumamente difícil: saber lidiar con nosotros mismos y aprender a convivir solamente con nosotros. Hemos perdido la capacidad para estar solos y poder sacar algo provechoso de ello.
Pero no sólo eso. Hay que ir más allá en esta circunstancia. Son muchísimas las personas que por medio de la soledad acceden al aislamiento, a la depresión, a la ansiedad, a la falta de autoestima y a un larguísimo catálogo de patologías capaces de conducirlas a enfermedades de consecuencias fatales… incluso a la muerte. ¡En serio!
Para contextualizar un poco el asunto, bastaría con mencionar que en 2006 psicólogos de las universidades estadounidenses de Chicago y la Estatal de Ohio demostraron que las personas que se aíslan socialmente son proclives a desarrollar cambios en su sistema inmunológico que se conocen como “inflamaciones crónicas”, las cuales si aparecen durante cortos periodos de tiempo son benéficas para la cura de cortaduras e infecciones, pero si permanecen más tiempo de la cuenta pueden originar enfermedades cardiovasculares y hasta cáncer.
Los especialistas concluyeron que aquellas personas proclives a la soledad se estresan más fácilmente con las actividades diarias que quienes llevan una vida social activa… hagan sus cálculos.
Lamentablemente, y esto no solamente está ocurriendo en México sino en todo el mundo, el índice de personas que vi- ven solas está aumentando alarmantemente en casi todos los países del planeta. Muchos son los ancianos que, una vez que ha muerto su pareja o cuando sus familiares se han mudado de la casa paterna, quedan inmersos en la más completa de las soledades.
La soledad en exceso puede ser perjudicial para todos, pero también está comprobado que cuando ésta es voluntaria y no obligada puede ayudarnos a potencializar algunos de nuestros procesos creativos. Si le huimos es muy seguro que en un momento determinado acabará por alcanzarnos y nos tratará de forma muy poca amigable; pero si aprendemos de ella, si la valoramos, si entendemos que puede ser una compañía pasajera, incluso podríamos llegar a apreciarla.
¿No les parece?
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Bradley Cooper: un lobo solitario
Considerado uno de los hombres mas sexis del mundo, el actor Bradley Cooper, estrella de la saga cinematográfica ¿Qué pasó ayer? y aspirante al Oscar en la categoría de Mejor Actor de Reparto por su actuación en Escándalo americano, es todo lo contrario a lo que proyecta en la pantalla grande. Es un hombre que disfruta vivir en total soledad, porque ésta le permite alejarse del bullicio de Hollywood. “De niño odiaba estar solo, pero todo cambió cuando mi carrera despegó… Hace poco estuve una semana en París totalmente solo, dormía hasta tarde y salía a pasear en motocicleta por las madrugadas”, declaró recientemente en una entrevista.
- Juan Carlos Anchondo.
“Es algo que te va matando lentamente. Sientes que no eres útil para nada… yo la estoy viviendo en todo su esplendor. Del éxito al olvido total. Sin trabajo, sin dinero y sin familia”. - Susana Rivera.
“Socialmente mientras más humanos te rodean más soledad sientes. En estos tiempos modernos la tecnología no ayuda mucho, pero es necesaria. Sin embargo, tenemos que aceptar que estamos solos”. - Miguel Juárez Zavala.
“La mayoría no sabemos estar solos. La soledad y el estar con alguien son polaridades. Lo ideal es buscar un equilibrio y encontrar el placer de vivir solos o en compañía de alguien. Ahí es justo cuando las cosas fluyen de verdad”. - Raúl Sánchez.
“A veces es agradable estar en compañía de ella… pero nunca quedarse con ella”.
Consultorio no sexual
Pregunta: Después de mi divorcio, hace seis años, prácticamente me aislé de todo y de todos, mi contacto con el mundo en estos años es sólo para lo más elemental. Sin embargo, hace tres semanas llegó una nueva persona al área donde trabajo y me atrae mucho; quisiera acercarme a ella, pero descubrí que he perdido la habilidad para relacionarme con mis semejantes.
Roberto Bonilla (México, Distrito Federal).
Respuesta: Definitivamente requieres de ayuda psicológica urgente. No cuento con muchos elementos para evaluar tu caso con mayor asertividad, pero estás en una situación sumamente delicada si de entrada reconoces que tienes problemas para realizar un ejercicio sumamente básico para los seres humanos como lo es interrelacionarte con alguien más.
¿Qué escuchar?
All by myself- Erin Carmen, 1975
En su disco debut como solista, el ex vocalista de los Raspberries nos entre- gó una verdadera oda a la soledad y a la depresión, la cual se convirtió en todo un himno de la juventud setentera. Al día de hoy la han grabado varios artistas.
¿Qué leer?
Silas Marnes, 1861
Escrito por George Eliot (seudónimo de la británica Mary Anne Evans) esta novela es una obra maestra de la literatura universal que habla sobre el aislamiento, la incomprensión y la avaricia… ¡Definitivamente tienen que leerlo!
¿Qué ver?
Hable con ella 2002
Dirigida por el español Pedro Almodóvar, esta película exhibe cómo dos hombres se enfrentan a la más cruda de las formas que puede tener a soledad. Los temas centrales de este filme son la soledad, la amistad y la pasión irracional. ¡Muy recomendable!
Para reír
Solía vivir solo. Entonces… ¡me divorcié!
