Contexto
La paternidad (del lat. paternitas, -ātis) hace referencia a la cualidad de padre o progenitor masculino o macho. El término, por extensión, solía referirse a ambos progenitores. Sin embargo, en los últimos años se utiliza el término parentalidad para definir a ambos progenitores, mientras que maternidad es utilizado para referirse en exclusiva a la cualidad de madre y paternidad a la de padre.
En antropología y antropología cultural la paternidad es una institución sociocultural de filiación. El concepto de paternidad se ha ido transformando con el tiempo en las distintas civilizaciones y periodos históricos. Fuente: Wikipedia
Indudablemente una de las facetas más importantes y preponderantes en la vida de un hombre es la de ser padre. Contribuir no sólo biológicamente a la formación de un ser humano es, por mucho, un ejercicio de enorme responsabilidad del que no todos logran salir bien librados. Por ello, es de vital relevancia que quienes aún no han dado tan trascendente paso puedan responderse a sí mismos la interrogante de sí están o no preparados para esta gigantesca tarea, que va más allá de sólo cambiar pañales y ayudar con las tareas escolares.
Tengas la edad que tengas, estimado lector, si todavía estás soltero y sin compromisos, pero ya se te queman las habas por tener un hijo, bien harías en tomar en cuenta muchísimos factores que rodean tu vida diaria y la relación que llevas con tu pareja antes de aventurarte por las emocionantes e irreversibles experiencias que acarrea la paternidad.
Antes que nada hay que tomar en cuenta el altísimo índice de divorcios que se registra en México y también en otras partes del mundo. En la mayoría de los casos muchas parejas contraen matrimonio sin considerar varios factores de peso que van a incidir en que tengan una buena o una mala relación en el corto y mediano plazos: la economía, el nivel académico, los valores, el background familiar y, sobre todo, las coincidencias que puedan permitirles forjar empatías. Si ambos tienen en su plan de vida ser padres ya es un buen comienzo, porque eso de practicar nada más porque sí el sublime arte de la concepción sólo acarrea un gigantesco número de embarazos no deseados.
Otro factor a ponderar es el nivel de egoísmo (todos los hombres son egoístas, quien diga lo contrario está mintiendo) que acumulen en su sistema. Un ejemplo: ¿Qué tan capaz eres de renunciar, por algo o por alguien, a ir los domingos al juego de futbol con los “amigotes” o de ir los viernes por las noches a tomarte unas cervezas con ellos, tal como lo has hecho religiosamente desde hace 10 años? Si tu respuesta es “puedo hacerlo”, vamos bien; pero si has contestado “¡ni soñarlo!”, quizá no estés listo para ser papá.
Ciertamente nadie viene a este mundo con el chip de la paternidad inserto. Sin embargo, hay determinados patrones del comportamiento del hombre que permiten vislumbrar que se trata de un individuo que posee buena disposición para convertirse en papá una vez que se haya presentado dicha circunstancia. Si se trata de un caballero al que se le da con naturalidad convivir con niños (jugar con ellos, hacerlos reír, disfrutar de su compañía por largos periodos, etcétera), ya sean de su familia o los hijos de los amigos o de algún vecino, definitivamente estaremos frente a un buen papá en potencia. Pero si por el contrario, se trata de alguien que se irrita y se sale de sus casillas fácilmente estando en compañía de chamacos o que se enoja cuando los escucha llorar en el cine, en un avión o un centro comercial, evidentemente todavía no está listo para levantarse por las madrugadas a cambiar pañales, preparar biberones o contar un cuento.
¿Existe una edad adecuada para tomar la decisión de convertirse en padre? La respuesta es “¡no!”. Sin embargo, cuando ésta (la paternidad) se hace presente en la vida de cualquier hombre, tenga la edad que tenga, es de justa nobleza que se convierta en factor detonante para que cada uno saque lo mejor de sí en pos de convertirse en un padre ejemplar. ¿No creen?
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De tal palo tal astilla
Cuando vemos a estos hijos de Hollywood imitar e, incluso, en algunos casos superar lo que los padres hicieron, no podemos más que retomar la sentencia bíblica de Juan 5.19: “En verdad os digo que el hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al padre; porque todo lo que hace el padre, eso también hace el hijo de igual manera”. Nada más cierto y contundente ¿O ustedes qué opinan?
- Martin Sheen con Emilio Estevez y Charlie Sheen.
- Kirk y Michael Douglas.
- Jon Voight y Angelina Jolie.
- Will y Jaden Smith.
- Jerry y Ben Stiller.
¿Qué escuchar?
Sometimes you can’t make it on your own (U 2, 2004)
En su undécimo álbum de estudio titulado How to dismantle an atomic bomb, esta icónica banda irlandesa de rock incluyó esta canción en la que Bono le dice a su padre (quien falleció de cáncer en 2001) todo aquello que no pudo decirle en vida.
¿Qué leer?
Criar sin miedo ( 2011)
Escrito por el psicólogo y psicoterapeuta argentino Miguel Espeche, este libro nos enseña que en cada padre (experto o inexperto) existe una fuente oculta de sabiduría y que si toma conciencia de ella, puede sortear exitosamente la paternidad.
¿Qué ver?
En busca de la felicidad ( 2006)
Basada en una historia de la vida real, esta película magistralmente actuada por Will Smith y su hijo Jaden nos muestra cómo un padre está verdaderamente dispuesto a luchar contra todo y contra todos para sacar adelante a su pequeño.
Para reír
En plena edad de la curiosidad total, un pequeño le pregunta a su papá:
—Oye, papito, ¿y por qué te casaste con mi mamita?
—¡Por tu culpa, menso! Sáquese y no me moleste.
Vía Facebook
- Juan Marcos González. “Tengo dos hijos (uno de 30 y otro de 28) y yo, a mis 50 y tantos años, aún sigo buscando la forma o la fórmula para ser un mejor padre. Yo creo que ésta es una etapa de aprendizaje que nunca termina”.
- Virginia Camarena. “Éste concepto ha cambiado tanto que incluso los Gobiernos están muy preocupados por ello. Antes eran familias de más de 10 hijos, no hace mucho de tres o cuatro y ahora hasta de perros o gatos”.
- Lenin Váldes. “Es como aprender a nadar: no hay teoría suficiente. Tienes que estar sumergido en esas aguas para saber cómo te mantienes a flote. Tener hijos requiere de mucha fuerza y de mucho ánimo. Sea como sea, es una gran responsabilidad”.
Consultorio (NO) sexual
Pregunta: Estoy en un verdadero dilema: tengo 31 años y mi novia de 24, hace una semana me dijo que estaba embarazada y yo estoy aterrorizado. No me siento preparado ni para casarme ni para hacerme responsable de un hijo. Ya se lo comenté a ella y me dijo que si no me responsabilizaba de la situación “por las buenas”, tendría que hacerlo por la vía legal.
Anónimo (México, Distrito Federal)
Respuesta: Más claro ni el agua, querido Anónimo. No es una cuestión de ponerse a favor de ella y en contra de ti, pero un hijo es una responsabilidad muy grande, cosa que ya deberías saber, porque no eres ningún adolescente. Si no te sientes preparado, yo creo que ya es hora de que empieces a prepararte. ¡Felicidades!