La respuesta a esta interrogante es prácticamente unánime y apabullante: ¡¡¡Por supuesto que es importante!!! De hecho, la gran mayoría de hombres y mujeres, ya sea casados o en unión libre, aseguran que una vida sexual plena allana el camino para solventar varios de los problemas que se presentan en la cotidianeidad de una pareja.
Sin embargo, sin dejar de lado que el sexo es extraordinario para la vida de todos los seres humanos, valdría mucho la pena analizar la importancia que éste tiene cuando está presente o se ausenta de la dinámica matrimonial.
En primer lugar, es necesario otorgarle (al sexo) un peso específico preponderante, tanto cuando estamos hablando de un matrimonio que lleva poco tiempo de iniciado, como cuando el binomio “esposo-esposa” ha recorrido bastante tiempo junto (me estoy refiriendo a muchos años). Para ellas, el sexo les permite externar que están contentas y satisfechas con el entorno emocional que las rodea… si están felices con su trabajo, con su marido, con su casa, eso se va a traducir en un creciente deseo sexual. En tanto, refiriéndonos exclusivamente a ellos, la actividad sexual les permite reafirmar su virilidad y, en algunas ocasiones también, lo que no es malo sino al contrario, a veces puede ser la única vía en la que podrán demostrar su afecto.
Hablar de una frecuencia o intensidad en las relaciones sexuales de pareja puede ser bastante subjetivo, ya que al interior de un matrimonio siempre habrá códigos no escritos muy específicos a los que consensualmente llegarán el esposo y la esposa conforme vaya madurando la relación. En algunos matrimonios bastará con hacer el amor una vez a la semana, para otros será necesario que haya sexo un mínimo de tres veces al día, habrá quienes pactarán que (tomando en cuenta las cargas semanales, de trabajo y con los hijos) sólo tendrán intimidad durante los fines de semana y también -¿por qué no?- encontraremos casos en los que obligadamente tendrán que planear una vez al mes una salida aventurera entre los dos para establecer escenarios de variedad que les permitan avivar la llama de la pasión.
Incluso hay parejas a las que eso de la planeación no se les da y optarán por tener sexo cuando se les pegue la gana sin requerir de agendas o negociaciones previas. El chiste es que ambos acto- res siempre puedan sentirse cómodos y motivados para buscar la satisfacción propia y la de la persona a la que aman.
Además, por otra parte, no hay que olvidar que una vida sexual insatisfactoria al interior del matrimonio puede acarrear muchísimos problemas, tanto individuales como colectivos, como puede ser la depresión, ingrediente primordial en los distanciamientos y eventuales rompimientos. Por ello, es de suma importancia ponderar que tanto hombres como mujeres asocian su felicidad o infelicidad con respecto al sexo. Lo pueden hacer de manera consciente o inconsciente, al igual que los malestares de salud física y emocional que ellos también relacionen con el sexo.
Resumiendo, los sexólogos plantean que la sexualidad forma parte de nuestra salud integral y que una vida sexual plena con- lleva múltiples beneficios para nuestro bienestar físico y emocional, lo que incrementa la satisfacción con la vida en general y funge como un eficaz antídoto contra desequilibrios mentales y estabilizando el humor. ¿Cómo la ven?
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Vía Facebook
- Jesús Matus: “Cuando los problemas de una pareja que no son económicos no pueden resolverse en la cama, ahí muere todo. De ahí la gran importancia del sexo en una relación de pareja… la conquista debe ser día a día”.
- Miriam Saldaña: “El sexo en una pareja, me refiero al sexo con amor, es trascendental. Para que la llama siga viva hay que tener confianza, creatividad y paciencia (no es fácil soportar los diferentes carácteres)”.
- phrain Díaz: “Es 50% de la relación, pero ésta debe ser totalmente balanceada y, lo más importante, siempre ser amantes más que esposos o novios”.
- Luis Enrique Flores: “Indudable- mente siempre importará, pero también es importantísimo que ambos se abran en todos los sentidos, con sus respectivas limitaciones”.
Consultorio sexual
Pregunta: apenas voy a cumplir un año de casada y mi esposo ya me tiene acatarrada con su obsesión por el sexo. Según él, es totalmente normal que un matrimonio en sus primeros meses o años tenga una altísima actividad sexual; pero a mí me parece exagerado que él quiera hacerlo tres o cuatro veces al día. ¿No será un enfermo sexual?
Mirtha Echevarría (Monterrey, Nuevo León)
Respuesta: en absoluto. Tu marido no es ningún enfermo sexual y en gran parte lo que te dice tiene razón: el sexo es sumamente importante para consolidar vínculos emocionales al interior de una pareja recién casada. Si a ti no te gusta la frecuencia con la que él quiere hacerlo, dialoguen y lleguen a acuerdos.
Contexto
La sexualidad juega un papel muy importante en la relación de pareja, pues expertos aseguran que el placer es de gran ayuda para la salud física y emocional de los seres humanos. Es conocido que el sexo influye de manera trascendental en el buen entendimiento y estabilidad de los matrimonios, pues no sólo se trata de la conexión física como tal, sino que también representa mucho en la parte emocional. Es muy común que pasado cierto tiempo de la relación, la intensidad sexual comience a bajar y que se llegue a la monotonía, lo que puede causar estragos en la unión; por tal razón, es indispensable establecer diálogo con la pareja, escuchar las opiniones de ambos e intenten probar cosas nuevas en la cama. Fuente: Fucsia.co