Contexto
Un motel es un alojamiento de carretera. Suele estar formado por una o dos plantas a cuyas habitaciones se accede a través de un largo pasillo desde la recepción o incluso exclusivamente desde el estacionamiento. Este tipo de establecimientos proliferaron a finales de la década de los sesenta al lado de las grandes autopistas que se construyeron a lo largo y ancho de Estados Unidos. La palabra “motel” es un acrónimo de “motorish hotel”, la cual describe que su principal uso es el de un hotel de descanso al lado de la carretera. En la actualidad estos lugares ya no sólo se encuentran al lado de las carretras, sino dentro de las ciudades y se han hecho muy populares porque permiten gran intimidad y discreción para sus usuarios. En Centroamérica y Sudamérica principalmente se han popularizado porque son utilizados para encuentros extramaritales de parejas sin vínculo legal (novios, amantes, prostitutas, etc.) por lapsos reducidos.Fuente: Wikipedia
Injustamente estigmatizados como espacios de transgresión a los que concurren hombres o mujeres que pretenden ocultarse para sostener un encuentro sexual furtivo, poco a poco los moteles se han ido sacudiendo esa lúgubre reputación que durante décadas les ha precedido, para convertirse en sitios de categoría chic, nice o VIP. a los que ya no sólo acuden hombres casados con sus amantes, con mujeres de la llamada “vida galante” o jóvenes parejas de novios o no-novios que no cuentan con un lugar propio para llevar a cabo sus aventuras sexuales.
De hecho, aquella peculiaridad que caracterizaba a los moteles en el pasado de estar ubicados en las zonas alejadas de las ciudades (preferentemente a la salida hacia una carretera o autopista), también ya es parte del pasado. Hoy en día es muy común encontrar este tipo de establecimientos incluso en zonas consideradas ejecutivas.
El auge de este tipo de lugares ya no se puede poner a discusión. De acuerdo a información en poder de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles en la Ciudad de México, hace una década se calculaban algo así como 400 moteles. Diez años después esta industria se ha robustecido aproximadamente en poco más de 50%, toda vez que en Chilangolandia ya existen algo así como 700 moteles. ¿Qué les parece?
¿Cuál es el perfil de las personas que actualmente se animan a tener una aventura en un motel y qué tipo de actividades se pueden realizar en estos lugares?
De entrada (y que, por cierto, llama mucho la atención) es que cada día aumenta el número de parejas casadas que se dan una escapadita a un motel buscando, en primer lugar, de un buen momento de privacidad y de escapar de los hijos que los tienen sofocados en la casa. Aquéll@s que están casad@s saben mejor que nadie que es prácticamente imposible disfrutar a plenitud de la sexualidad con la pareja dentro de las cuatro paredes del hogar porque los chamacos requieren de atención 24 x 7 y eso limita la mayoría de las ocasiones un buen encuentro sexual entre esposo y esposa.
Asimismo, aquellas parejas que después de cierto tiempo de casadas ven disminuir su entusiasmo por el sexo y lamentablemente han caído en lo rutinario, también contemplan la alternativa de pasar algunas horas en un motel, desconectados de todo y de todos. Una o dos veces al mes a veces pueden ser suficientes para reavivar la llama de la pasión que se estaba extinguiendo.
Pero ¿qué hay en la habitación de un motel que vuelve tan inquietante acudir a uno de estos lugares? ¡Prácticamente todo es una experiencia estimulante para los sentidos! Hay mucho colorido, las camas son de distinta forma (pueden ser circulares, en forma de corazón, de agua, colgantes, etcétera), hay espejos por todos lados para poder apreciar el encanto de dos cuerpos humanos en comunión, luces de neón, música sensual, varios canales de televisión con pornografía a los que se les puede echar un vistazo sin temor a ser descubiertos por los niños, room service con bebidas y alimentos exóticos o afrodisiacos, velas, aromaterapia, jacuzzis con cascadas y vapor.
Y aún hay más: hay moteles que han redefinido su concepto a grado tal que al llegar a sus habitaciones, apenas al abrir la puerta uno tiene a la mano una gran variedad de juguetes sexuales para disfrutar en compañía de la pareja, preservativos de todos colores y sabores, una amplia gama de lubricantes, disfraces para él y para ella, columpios, tubos y una extensa gama de mobiliario especial para practicar las mil y un posiciones sexuales que siempre tuvieron en mente. ¡¡¡¿¿¿Qué esperan???!!! Y no olviden que todos los sábados los espero, en punto de las 23:00 horas, en su programa Exclusivo para hombres, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevisión y 121 de Sky).
Extorsionaban a motelistas
Sucedió en República Dominicana. Apenas en septiembre pasado el Cuarto Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional condenó a 10 años de prisión a Francisco Alberto Carela Castro e impuso ocho y un año de cárcel a otros tres implicados en una red que se dedicaba a extorsionar a personas que grababan en moteles. Este desleznable sujeto y sus cómplices aceptaron que durante 2010 grabaron a más de 50 parejas sosteniendo relaciones sexuales en moteles de Santo Domingo y después las contactaban telefónicamente o vía e-mail para exigirles altas sumas de dinero a cambio de no dar a conocer los videos. Entre sus víctimas se encuentran un famoso presentador de noticias, una ex reina de belleza, un prestigioso cirujano plástico y hasta un beisbolista de las Ligas Mayores, entre otros.
¿Qué escuchar?
Ámame en un hotel- CECILIA TOUSSAINT, 1987 Haciendo mancuerna con el tamaulipeco Jaime López, Cecilia Toussaint debuta discográficamente con el álbum Arpía, donde esta implícita y explícita canción de carácter sumamente urbano desmenuza el siempre irreverente carácter de la juventud.
¿Qué leer?
Crónicas de motel (2001) Escrito por Sham Shepard, toda una personalidad dentro del sólido universo teatral estadounidense, este libro autobiográfico incluye relatos cortos, poemas, ensayos, apuntes, etcétera. sobre su recorrido por un Estados Unidos que ya no existe.
Un ex paracaidista del ejército estadounidese que administra un pequeño motel de playa en Miami se involucra sentimental y sexualmente con la esposa de un sádico general de la República Dominicana y… thriller inspirado en la novela escrita por Elmore Leonard.
Para reír
Se encuentran dos abogados en el garaje de un motel y ambos advierten que cada uno anda con la mujer del otro. Pasada la incomodidad del momento, uno le dice al otro muy discretamente: —Mi estimado colega, yo creo que lo correcto, para evitar alguna escena desagradable, es que mi mujer se vaya conmigo y usted se vaya con la suya, ¿le parece bien? A lo que el otro le responde: —Su planteamiento me parece coherente, incluso correcto, pero injusto… porque ustedes ya van de salida y nosotros apenas estamos llegando.
Vía Facebook
- Alfonso Silva. “Existe uno al oriente del Distrito Federal que tiene en cada cuarto un tubo para que la chica haga sus rutinas y además cuentan con un silloncito que trae hasta su guía de posiciones para practicar… toda una experiencia muy placentera”.
- LuisFer Carmona. “Una de las experiencias más simpáticas que tuve fue que llegamos, nos acostamos en la cama y comenzamos a platicar como preámbulo. Pero estuvo tan bueno el bla bla bla que sin darnos cuenta ¡nos quedamos dormidos!”.
- David Silva. “A mi me pasó con una pareja que cuidamos al máximo todo los detalles de ‘seguridad’ para no ser espiados o descubiertos… pero al final, sin daros cuenta, habíamos dejado la puerta abierta de par en par, ¡no la cerramos!”.
- Héctor García Montiel. “En cierta ocasión tuve que salir corriendo a la tienda a comprar algunas cosas de comer y beber, pero los empleados del lugar me persiguieron porque temían que hubiera dejado a la chava amarrada a la cama y creyeron que me estaba dando a la fuga (ya les había sucedido antes)”.
Consultorio sexual
Pregunta: me avergüenza un poco comentarlo, pero después de cierto tiempo de estar casado tu vida sexual cae en lo rutinario hasta prácticamente desaparecer. Por eso, le propuse a mi esposa que podríamos irnos de vez en cuando a un motelito con cama de agua, jacuzzi y esas cosas… pero me respondió con una negativa, argumentando que ella no es ninguna mujerzuela para ir a ese tipo de lugares. ¿Cómo hago para convencerla?
Andrés Montaño Dávila (Culiacán, Sinaloa)
Respuesta: en primer lugar deben tener mucha comunicación y tú debes explicarle que hay lugares donde no necesariamente acuden chicas de la vida galante, sino parejas de novios y esposos que la pasan muy bien, que son divertidos, discretos y con muchas alternativas para que pueda reavivar su romance. ¡Suerte!