En mi primera entrevista de trabajo para manejar las relaciones publicas de los hoteles Crown Plaza me hicieron una pregunta aparentemente sencilla, “¿qué es la hospitalidad para ti?” A pesar de la falsa confianza inherente a los veinte años, me convertí en una tartamuda instantánea. Me perdonaron, ya que fui contratada y eventualmente crecí en esta empresa, pero la pregunta no la he olvidado.
¿Qué es la hospitalidad?
“un servicio eficiente con una sonrisa”
“proveer un hogar fuera del hogar”
Claro, la hospitalidad empieza con un buen producto y un buen servicio, instalaciones atractivas, buen ambiente, buena comida, amabilidad, trato cordial y, sobre todo, eficiente. En este mundo competitivo son los ingredientes básicos y, para nosotros los consumidores, es el punto de equilibrio a nuestras expectativas. Sin embargo, “lo básico” no las excede y no nos hace recordar la experiencia.
Nos gusta cuando el que nos atiende tiene el don de convertir una molestia en un valor agregado, haciéndonos sentir que lo hace sólo por nosotros, analiza persona por persona y las entiende o por lo menos así lo demuestra. Nunca nos trata como un número en su larga fila de clientes. Para él somos personajes importantes con deseos particulares que debe de cumplir y exceder nuestras expectativas. Nos hace sentir que en ese momento lo primero somos nosotros y el resto puede esperar.
Obviamente sabemos que es una actuación, un rol que ejerce por un instante antes de enfrentar la siguiente situación y atender a otra persona.
No obstante, es esa actuación personalizada la que complementa nuestra experiencia. No digo que haga la comida más sabrosa ni la cama más confortable, pero hace esas pequeñas molestias -que en todos lados encontramos- más soportables haciéndonos recordar lo agradable. Si hay ropa sucia, él es el suavizante.
Proveer hospitalidad es fijarse en los detalles, son las pequeñas atenciones que nos hacen sentir cómodos, especiales y que distinguen ese establecimiento de otros.
La hospitalidad es como un platillo, es el arte que convierte varios ingredientes en un producto sólido que satisface. Sólo hay una diferencia, un platillo se puede saborear, probar, oler y sentir. La hospitalidad es un arte intangible, el arte de complacer y superar expectativas.
Algunos de los hoteles que me han cautivado en estos últimos meses de viaje son:
En el corazón de Atenas se encuentra otro gran hotel:
King George, y precisamente como un rey se siente uno desde que pone un pie dentro de éste.
Construido en 1936 y renovado en 2004, es uno de los hoteles con mayor prestigio en la ciudad y pone a disposición de los turistas sus 102 habitaciones de lujo distribuidas en 9 pisos.
La decoración de las suites es ecléctica, y cuando uno entra es deslumbrado, no sólo por el buen gusto de las cosas, sino por la iluminación natural que entra por las ventanas.
Es casi como estar en el paraíso, desde cual se puede admirar la ciudad gracias a la vista panorámica. El mejor momento es la tarde, cuando comienzan a encenderse las luces en la acrópolis.
Y como los detalles siempre son importantes, en este hotel jamás se olvidan de ponerte una flor, que te transmite el mensaje de que eres especial.
Una de las mejores cenas se puede tener en el restaurante Tudor Hall, con una buena carne o pescado y un buen vino acompañando, por supuesto todo enmarcado por una gran vista que lo vale todo.
Four Seasons Milano
Conocido por la calidad de esta cadena en el mundo, hospedarse en el hotel Four Seasons Milano, de entrada, ya es una garantía.
Lujo y elegancia son sinónimos de este céntrico lugar construido en 1467 y restaurado en el 2001.
Con un total de 118 habitaciones, 50 de ellas suites, sus “highlights” incluyen un moderno centro para ejercitarse, buena comida y que está cerca del Quadrilatero della Moda, donde están numerosas boutiques de diseñadores de fama mundial.
El restaurante La Veranda es uno de los mejores de la ciudad, que ofrece platillos locales y lo mejor de la cocina mediterránea, todo bajo la supervisión del chef ejecutivo Sergio Mei.
Hay que destacar que este sitio tiene una excelente carta para vegetariano y niños, y una amplia lista de los mejores vinos.
Para descansar, este hotel cuenta con un spa urbano con toques de madera y tonos grises para transmitir calidez y comodidad, en donde pude disfrutar de masajes corporales y faciales en cómodos cuartos que transmiten una enorme tranquilidad.
En altamar
Pero para descansar y disfrutar no nada más es para estar en tierra firme, ¿qué tal un súper crucero?
La inmensidad del mar no puede conocerse hasta que se está en medio de él y se observa cómo se difumina en el horizonte; ahí, la grandeza del agua atrapa todos los pensamientos, suspiros y sueños.
El Silver Spirit, que navega por el Mediterráneo con la compañía del sol, la luna, las olas y los seres marinos es todo un espectáculo que vale la pena vivir por lo menos una vez en la vida.
Se trata de un barco de ultra lujo, de la familia de Silver Sea, de 540 pasajeros, con espaciosas suites, el 95 % con balcón privado y grandes espacios para mayor comodidad, con una sofisticada decoración de los años 30 Art Deco.
Una de las atracciones más destacadas es el spa (de 700 metros cuadrados (que incluye un salón de belleza, gimnasio, nueve cuartos para masaje, dos saunas y dos vapores) con la tecnología más moderna y avanzada. Espectáculos de gran nivel y 6 restaurantes a elegir, incluyendo un restaurante japonés, y la innovación del Star Supper Club, con música en vivo, para poder bailar.
Estas vacaciones disfruté por nueve noches el Silver Spirit, saliendo de Piraeus (Atenas), Grecia, a Venecia, Italia. Fue un viaje increíble que recomiendo tomar en cuanto se pueda y es ideal para ir entre amigos, familia o pareja, pues tiene de todo y es para todos.
En las playas mexicanas
Deseo, Playa del Carmen. Rafael Micha, socio de los Hoteles Habita y Condesa DF, ha decidido extender su negocio y llegó hasta Playa del Carmen, en donde tiene el Deseo.
Este espacio nos recuerda a las antiguas aldeas de pescadores de la costa del Caribe pero con estilo chic, moderno y minimalista. Las habitaciones están decoradas con un estilo simple pero muy elegante que lo harán relajarse deliciosamente.
Las 15 habitaciones tienen cómodas camas con sábanas blancas, toallas blancas y suaves, una buena selección de productos de baño, que incluyen jabones hechos a mano, bolsas de playa tejidas, entre otras comodidades.
Posee salas al aire libre donde se puede disfrutar de la brisa marina al mismo tiempo que se refresca con sus deliciosos cocteles. Las noches cobra vida al ritmo de la música de los mejores DJ’s con música chill out y para bailar. Deseo es ideal para una clientela joven y exigente que busca placer y lujo en un ambiente de fiesta y con un clima perfecto.
El hotel tiene una ubicación estratégica en la Quinta Avenida -zona llena de tiendas, bares, restaurantes y lugares de entretenimiento- y está a unos pasos de las aguas turquesas del Mar Caribe.
Hotel B. Cozumel. Un hotel boutique con nuevas tendencias de diseño, cocina e interacción con el arte, una propuesta única y vanguardista para quienes van en busca de nuevas experiencias.
El hotel lo encontramos sobre una bahía natural y su concepto fusiona el diseño contemporáneo y el México artesanal con toques creativos de nuevos talentos. Está considerado como uno de los lugares más chic y exclusivos del Caribe, a la orilla del mar con una preciosa playa privada.
Uno de los toques originales de este hotel es que se va enriqueciendo con la creatividad de cada persona que lo toca; es un lienzo en blanco que invita a artistas, artesanos y viajeros a sacar su lado creativo y dejar un pincelazo en su camino en las áreas de en cocina, pintura, y fotografía, entre otros, a través de talleres y mucha imaginación.
Con sus 40 habitaciones con vista al mar y 4 con vista a la jungla, es el único hotel boutique de Cozumel certificado.
St. Regis Punta Mita, Riviera Nayarit. Ubicado dentro de la comunidad de playa más exclusiva de México en las costas de la Riviera Nayarit, The St. Regis Punta Mita Resort, es un lugar paradisicaco rodeado de paisajes naturales inigualables.
En su Remede Spa nos dejamos consentir, nos refrescamos en cualquiera de las tres espectaculares piscinas, o los amantes del golf podemos jugar en dos de los campos diseñados por Jack Nicklaus o tomar el sol en un confortable camastro en las doradas playas del Pacífico.
Casa de Mita, Vallarta. Este hotel fue anteriormente Casa Las Brisas, y está al norte de Puerto Vallarta. Cuenta con 6 habitaciones de lujo y 2 suites en una hermosa playa, que complementan sus vistas a las olas rompiendo en el mar, su comida y decoración de primera categoría.
Las habitaciones están decoradas de distinta manera, con gran cantidad de cuadros mexicanos y toques personales, pero todas cuentan con un balcón con vista maravillosa hacia el océano.
El hotel está hecho de dos grandes casas de playa combinadas para crear una hermosa y cómoda posada. Los espacios interiores son detallados y finos a la vez, con bellos muebles tallados a mano y toques arquitectónicos que muestran la sencilla elegancia de este exclusivo refugio.
El restaurante es un concepto flotante, el cual sirve la cena a un costado de la piscina debajo de un techo de paja, mientras que las otras dos comidas se sirven en donde esté el mobiliario del patio.
Banyan Tree, Acapulco. En este bello puerto mexicano podemos encontrar muchos hoteles, y éste en especial brilla en sus costas. Encantador, romántico y espectacular, es un resort enclavado en un exclusivo escondite con inspiradoras vistas de los acantilados de la bahía de Acapulco y el Océano Pacífico.
Ofrece una distintiva pincelada asiática, con techos notablemente inclinados y anchos, donde toda la villa está erguida sobre pilotes.
Los imponentes atardeceres en medio de los idílicos entornos durante todo el año nos hipnotizan mientras disfrutamos de los lujos desde la privacidad de nuestra cómoda y lujosa villa, en donde cada una cuenta con una piscina al aire libre y un deck de madera, rodeados de verdes y pintorescos jardines que resultan ideales para las actividades de relajación.
Sus restaurantes Saffron y La Nao ofrecen una gastronomía de primer nivel.
Y con siete salas de tratamiento, el spa ofrece una completa experiencia sensorial a cargo de terapeutas formados en la Banyan Tree Spa Academy, en Tailandia y China.
México colonial
Mesón Sacristía de la Compañía, Puebla. En el centro histórico de esta mexicanísima ciudad se encuentra este rústico, exquisito y céntrico hotel. Es un concepto diferente de hotelería en donde historia y encanto se conjuntan en un mismo sitio. Desde el exterior, este hotel luce con un sencillo edificio con sus típicas terrazas de madera. Al entrar al patio central uno se siente
inmediatamente transportado al México del siglo XIX. La decoración de interiores es una mezcla ecléctica de hermosos objetos antiguos magníficamente conservados y mobiliario rústico que permanece a la venta. Este hermoso lugar se ubica en el área del mercado de Los Sapos, con sus innumerables tiendas de antigüedades. Aquí nos empapamos del sabor México a través de las clases de cocina y talavera, y cualquiera de éstos resulta un memorable souvenir.
El reconocido restaurante del hotel es lugar para deleitarse con la auténtica comida poblana servida al son de la música en vivo, y experimentamos lo mejor del México colonial y un servicio ejemplar.
En Estados Unidos
Americano, Nueva York. Perteneciente a Grupo Habita, está ubicado en una de las zonas con más galerías de arte y bares: Chelsea, lugar que va muy ad hoc con el estilo de este lugar. El diseño es una creación de Enrique Norten y su despacho de arquitectos Ten Arquitectos (mismo despacho que creó el hotel Habita Polanco), mezclado con el toque del interiorista francés Arnud montigny, quien creó el concepto inspirado en la década de los 50′s y 60′s. –
Es un hotel boutique de estilo muy minimalista y sus 56 habitaciones se mezclan perfecto con las tendencias que se encuentran en auge; el hotel de 10 niveles tiene un restaurante, dos bares y salones para eventos especiales. Además, de acuerdo con las nuevas tendencias, un estacionamiento para bicicletas y una mezcalería; y para relacionarse con sus raíces mexicanas, un baño termal, también una piscina, camas con plataformas de madera inspiradas en la cultura japonesa e incluso iPads en cada habitación son parte de este lujoso concepto. Una estructura de vidrio permite visualizar su interior desde la calle, mientras que los huéspedes tienen la mejor vista hacia el High Line.
The Pierre, en Nueva York. Ocupa un lugar especial justo en Central Park, donde las tiendas de lujo de Midtown se funden con la elegancia residencial del Upper East Side. El hotel, uno de los hoteles señoriales originales de la ciudad, está dirigido por Taj Hotels Resorts and Palaces y ofrece una mezcla imponente de glamour al viejo estilo e innovación contemporánea.
The Grand Ballroom, uno de los lugares de boda más eminentes de Nueva York, cuenta con un techo «trompe l’oeil» restaurado y una cúpula histórica, mientras que los espacios públicos gozan de una sensibilidad más moderna, como el Two E Bar/Lounge de inspiración Art Déco creado por los diseñadores Alexandra Champalimaud y Edwarth Melcarth.
Las habitaciones son sobrias con toques suntuosos, como las telas de seda y las obras de arte originales. El excepcional equipo de recepción puede prepararlo todo, desde cestas para picnic y entradas a conciertos hasta un jet privado.
Grandes personalidades se han hospedado en el legendario Pierre, desde Coco Chanel hasta los Kennedy.
El legendario restaurador Sirio Maccioni conocido por Le Cirque abrió el Sirio Ristorante homónimo a finales de 2012, como homenaje de alta cocina a los sabores de La Toscana donde se crió.
En el Cono Sur
Faena, en Buenos Aires, Argentina. Espectacular, contemporáneo y elegante: el Faena Hotel + Universe es extraordinario. La fachada utilitaria del edificio de ladrillo de siete pisos, un almacén de grano de principios del siglo XX, oculta los interiores imaginativos creados por Philippe Starck.
Entre los ornamentos se encuentran cabezas de unicornio en las paredes, cortinas de terciopelo, sillas tapizadas de rojo escarlata y arañas de cristal. No hay ningún puesto de recepción; a los recién llegados les saluda un “gerente de experiencias” que actúa de conserje personal durante toda la estancia.
Las habitaciones, muchas con vistas a la ciudad y el Río de la Plata, tienen suelos de madera de lapacho y baños de mármol arabasceto. La piscina al aire libre es uno de los lugares principales de Buenos Aires para ver y ser visto. El hotel está ubicado en El Porteño Building, en el corazón del centro de BA, Puerto Madero Este, a pocos pasos de Costanera Sur. Son 110 habitaciones de lujo inspiradas en el fulgor deslumbrante de la Belle Epoque.
Entre sus lujos, la gastronomía es una excelencia, pues podemos encontrar de todo y quedaremos absolutamente encantados.
Y en la la búsqueda de una relajación completa, armonía y serenidad espiritual, el SPA Faena Hotel Buenos Aires ofrece una amplia variedad de masajes, tratamientos, sanaciones pránicas, días de spa, carta de baños, programas físicos y espirituales. Un gimnasio completamente equipado para el entrenamiento físico. Piscina exterior climatizada. Yoga, tai chi y clases diarias de meditación. A pocos pasos del hotel, se puede explorar el tanguero distrito de San Telmo y sus antigüedades, hacer jogging o pasear en bicicleta (que el mismo hotel ofrece) por la reserva ecológica.