Estamos entre abadías viejas y presitiosas bodegas de vino, es es el ley motif de este itinerario delicioso, saborear y absorber, sin prisa, en la búsqueda de joyas arquitectónicas y vinos de Francciacorta, de su magnífico paisaje bendecido por el sol, sus montañas que se deslizan desde el lago d’Iseo hacia Brescia en Lombardía.
Viñedos en las montañas, antiguos caserones, torres y castillos medievales, palacios del siglo 16, villas de nobles del 17 y 18, en donde los nobles tenían su casa de veraneo, una tierra donde desde tiempos inmemoriales se ha dedicado al cultivo de la vid.
Las uvas crecian aquí desde los tiempos de los romanos, y los vitivinicultores hoy, herederos de patrimonio milenario, producen vinos de calidad superior, con Francciacorta a la cabeza, el verdadero rey de los vinos burbujeantes italianos, refinados y madurados, francciacorta domina el mercado con crecimiento y energia sorpresivos.
Y la mejor forma para conocer la magia de Francciacorta es perderte entre sus pueblos y montañas, surrender a sus sutiles encantos, probando sus vinos, descubriendo sus mercados y antigüedades y dejandose seducir por su gastronomía.
Franciacorta -o la “tierra de las burbujas- es reconocido por la excelencia de vinos espumosos de Italia, producidos a través de un proceso y refinamiento de un mínimo de 24 meses, y se ubica en la región de Lombardía, en la provincia de Brescia. Es una región vinícola pequeña dedicada a hacer el estilo de champagne, vinos italianos como Brut Rosé y brillante, sino también su propio satén que es muy elegante, un vino elaborado exclusivamente con uvas blancas Franciacorta, cuyo nombre sugiere que es tan suave como la seda.
En esta región se encuentra la Hacienda Agrícola Ricci Curbastro, la cual posee una bodega, un museo, un parque y agroturismo; su dueño es Riccardo Ricci Curbastro. Él y su padre, Gualberto, han sido nuestros anfitriones en esta parte de nuestro épico viaje.
La gran hacienda de la familia está conformada por un complejo de casas, que incluye la villa familiar, las bodegas de vino, los salones de cata, una tienda de antigüedades y un interesante museo de agricultura, así como una librería llena de antiguas herramientas de la granja y prensas de vino.
Al atravesar la calle está la granja transformada en departamentos de diferentes tamaños para invitados, donde hemos pasado estos dias, entre viñedos, antigüedades de la zona, así como con pintorescos ventanales y puertas.
Riccardo Ricci Curbastro es, además, uno de los mayores productores de vinos espumosos italianos en la DOC Franciacorta, es su propietario y quien ha manejado esta empresa hasta llevarla al éxito que tiene hoy. Riccardo también es presidente de la EFOW y de FEDERDOC, la asociación italiana de productores de vino.
La familia Ricci Curbastro tiene cientos de años de enriquecedora historia en la industria agrícola, no solamente en Franciacorta, sino también en Romagna (Lugo) y Brisighella (Rontana).
Su vino espumoso ya era producido y embotellado en Capriolo a finales del siglo XIX y sus primeras etiquetas datan de 1885. Cultiva 27 hectáreas de Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Blanc, que Ricardo y Alberto Musatti –su enólogo– utilizan para producir el fresco y elegante espumoso de esta región.
La empresa familiar se transformó enuna moderna compañía en 1967 con Gualberto Ricci Curbastro, el padre de Riccardo. Ese fue el año en el que la DOC Franciacorta se convirtió en realidad.
Las bodegas de la empresa se localizan bajo el verde parque donde la casa de la familia, Villa Evemila, se ubica.
Sus vinos son:
- Franciacorta Dosaggio Zero “Gualberto”
- Franciacorta Brut
- Franciacorta Extra Brut
- Franciacorta Satèn Brut
- Franciacorta Rosé Brut
- Franciacorta Demi Sec
En Lombardía se encuentra también la heromsa ciudad de Bergamo, el destino ideal para los apasionados de arte y cultura , De hecho, el clima templado, los intereses artísticos y las bellezas naturales favorecen el turismo. Aquí, la gastronomía es variada, que va de los quesos a los dulces, de los embutidos a la polenta… y la mejor pasta el pesto en el restaurante Da Mimmo, al que vamos diario.
Variada y selecta es la oferta de vinos, especialmente los de la zona de las colinas que van del río Adda al lago Iseo (la zona de Valcalepio). El Valcalepio supone el renacimiento de la enología en las tierras de Bérgamo, sobre todo al inicio de los años 70 cuando se comienza a afinar los viñedos que ha llevado, en 1976, a obtener el prestigioso certificado DOC en las tipologías de tinto, blanco y moscato passito.
Luego, con su escenario natural único y completo, donde la naturaleza es protagonista, la provincia de Brescia es una tierra única que une a la hermosura del paisaje una serie de lugares de interés arqueológico, artístico e histórico; se extiende entre la llanura padana, los relieves prealpinos y Val Trompia. El territorio está caracterizado por una multiplicidad de paisajes, espléndidos, pequeños puertos turísticos en el Lago de Garda, las verdes colinas de la Franciacorta, las estaciones de esquí y los sugestivos pueblos y cascos antiguos.
En cuanto a gastronomía, la zona de los lagos destaca por sus platos de pescado, cocinado de diferentes maneras. De las zonas somontanas, en cambio, son la pasta con hierbas aromáticas y numerosas variedades de queso, como el sabroso Bagoss. En la “bassa bresciana”, zona de ganadería y caza, se pueden probar exquisitos embutidos y platos a base de carne de caza.
En cuanto a vinos, entre los DOC, el Botticino, el Capriano del Colle, el Trebbiano, el Rosso y el Cellatica. Entre los DOC del Garda: el clásico blanco y tinto, el San Martino della Battaglia, el Lugana.