Oaxaca es una mezcla enigmática de aromas, sabores y colores típicos mexicanos. Pasar un maravilloso fin de semana caminando por sus callejuelas y visitando sus bellas catedrales en un verdadero placer.
Estos días me hospedé en hotel Camino Real, que solía ser un antiguo monasterio. Este local es historia palpable en la cual te pierdes al recorrer sus jardines y pasadizos secretos. Aquí se vive una verdadera experiencia de oaxaqueña estando en el vibrante centro y corazón del pueblo. Caminando de aquí uno llega al famoso Mercado de Oaxaca.
El Mercado es conocido nacionalmente por su tamaño y diversidad, siendo uno de los pocos que todavía mantiene de pie todas las viejas tradiciones del área. Aquí se puede gozar un exquisito mole negro que te dejará con ganas de comer, ver y conocer más de este estado.
La música y la gente te conduce hasta la Plaza Central, que se encuentra a pocos pasos del ruidoso Mercado. En la plaza puedes verdaderamente entender porque Oaxaca tiene la fama de ser un lugar tradicional, novedoso y pragmático en su esencia. Hay bailes y espectáculos llenos de alegría y orgullo de parte de los oaxaqueños. Ellos son personas que siempre encuentran algo por que sonreír y nunca fallan en contagiar su cálida risa a los espectadores.
Oaxaca tiene una numerosa cantidad de catedrales e iglesias esparcidas en cada rincón y esquina. La mayoría son ostentosas, bañadas de pie a cabeza en oro, pero también hay algunas mas viejas y sencillas, que logran robarte el aliento sin igual. Es un estado muy espiritual, parecería ser que su gente se encuentra siempre en armonía.
Oaxaca también ofrece una gran variedad gastronómica, su gran variedad de condimentación, sazón y lo que se atribuye a cada región, como son los Tamales, el Pinole, el Tejate, el agua de Chilacayota, el Tasajo, los Huarachitos, las empanadas, el pan de sal, el quesillo Oaxaca, la Cecina, el pan de yema y siete diferentes tipos de mole. La tradición de comer variedades de insectos comenzó aquí y se sirven regularmente en todos los restaurantes. Se pueden degustar estas delicias en Casa Oaxaca, completando todo el recorrido de cosas que se deben de hacer.
Mitla, el centro arqueológico mas importante de la cultura Zapoteca, y Monte Albán, la antigua ciudad pluriétnica del área, se encuentran en esta zona. Ambos son lugares de los que no te puedes perder, siendo parte de la extensa cultura de esta bella ciudad y nuestro país. En estos sitios nunca falta que visitar o conocer, ofrecen la perfecta oportunidad de tomarse un paseo al pasado.
Los invito a que vengan a Oaxaca, el corazón cultural de México, donde las tradiciones y la historia viven entre nosotros.