Hace apenas unas semanas tuve la oportunidad de viajar a Baja California para atender la vendimia de Monte Xanic, casa vinícola mexicana que acaba de celebra sus 25 años de existencia. Me lleve una gran sorpresa al encontrar que fue un evento en el que me divertí mucho, además de que logre disfrutar del vino. Al igual que la mayoría de los jóvenes de mi generación, había siempre considerado al vino como una bebida para mayores. Es más común que a nuestra edad se consuman alcoholes más fuertes, como el vodka, whisky o ron, además de la cerveza, preferida de los veinteañeros.
Con Charles Beard, Alexis y Deby Beard, Marco Beteta y su esposa.
No se necesita edad para poder disfrutar de un buen vino. Existe una concepción errónea de que sólo puede una gozar de una copa si se tienen conocimientos previos. Me parece mejor que la bebida hable por sí misma. Claramente, saber catar un vino aumenta nuestro gusto, pero no creo que debemos alejarnos tímidamente del vino, sino que degustar y poco a poco entender esta bebida milenaria.
Caminando entre los viñedos de Baja California fue una experiencia memorable. Existen pocos paisajes en el mundo que contienen la mezcla deleitante de montañas, viñas y desierto. Disfrute pasearme entre las uvas, cada tantos pasos acercándome a los racimos para comerme una. Además, la fiesta de la vendimia es un evento muy divertido, con conciertos y cenas entre las barricas. El grupo musical Raven, quienes tocar en la clausura de las Olimpiadas en Londrés, dio un animado espectáculo la noche en la que Monte Xanic cumplió sus veinticinco años. Pude también pisar las uvas, como hacían en antaño, una experiencia que nunca olvidaré.
Con Melanie y Deby Beard
El vino es una bebida que tiene muchos beneficios. A diferencia de muchas bebidas alcohólicas, como la cerveza y el ron, el vino tinto tiene muy pocas calorías. Contiene anti-oxidantes que son esenciales para el cuidado de la piel y que combaten el envejecimiento. De hecho, muchos doctores recomiendan una copa del vino al día.
Y que decir del maridaje. Pocos sabores son tan exquisitos como la mezcla de una buena carne y un vino tinto añejado. El vino no solo no interfiere con el sabor de la comida, sino que lo complementa de forma perfecta. Un vino blanco es excelente para comenzar una cena, dejando en el paladar un dulzor delicioso.
Es costumbre para los jóvenes salir a tomar, dedicar toda la noche al consumo de alcohol. Ahora podemos invitar a nuestras salidas al vino, un nuevo acompañante que nos puede deleitar con sus historias. Claro, siempre tomando en cuenta que, como todo en la vida, la moderación es la clave. El vino es un bebida para disfrutar, no para consumir desmedidamente.