Jerez de la Frontera es conocido mundialmente por tres cosas: sus vinos, su historia milenaria, sus caballos y su flamenco.
Es un viaje a otras épocas: sin ir más lejos, Cadiz es la ciudad más antigua de la península ibérica y de todo Occidente, y sus orígenes, hace 3.100 años, se mezclan con la mitología del mediterráneo. El propio Hércules fue el fundador de la ciudad-fortaleza que respira los frescos vientos del Atlántico.
Los caballos le han dado fama internacional (su Feria del Caballo es un destino obligado para los amantes de estos animales), el flamenco les ha dado trascendencia y un símbolo indeleble y el vino (con su DO de Jerez-Xérès-Sherry Manzanilla-Sanlúcar) en uno de los reductos más famosos, aunque con menos ruido que sus vecinos de Ribera del Duero.
Por ello Fedejerez se puso en la docente tarea de abrir las puertas de sus principales bodegas para mostrar lo que no muchos conocen: la calidad y las tradiciones detrás de cada botella.
Hay muchas bodegas en esta zona y no son pocas las que arquitectónicamente son una obra de arte, como «La Concha», de González Byass, que diseñara Gustav Eiffel, la bodega del tradicional Tío Pepe que ha sido declarada Patrimonio Histórico Andaluz por ser un símbolo del movimiento moderno Docomomo.
De copa en copa
La historia del vino de esta región es milenaria: las primeras vides fueron traídas ni más ni menos que por los fenicios y los romanos ya producían buenos volúmenes en la zona en la épocas dorada de su imperio. No está de más decir que en esta zona se produce vinos desde hace más de 20 siglos. Y también los árabes en su largo paso por España dejan su importa (la destilación) que es el cromosoma principal de sus vinos: los sherry.
Y la cercanía con el Puerto de Santa María (donde no cesaba el tráfico de mercaderes ingleses, franceses y holandeses) le terminó de dar su toque de gracia: la rápida internacionalización de sus vinos.
Bodegas González Byass.
Es una casa fundada por Manuel María González Angel a mediados del siglo XIX. Tras hacerse de su propia bodega se asoció con Robert Blake Byass, su agente en Inglaterra, lo que dió nombre a la nueva firma que hoy conocemos: González Byass.
La casa elaboradora de vino y brandy de Jerez, siendo la madre de una marca internacionalmente famosa: el jerez Tio Pepe (líder mundial en ventas de Fino), el brandy Soberano y Lepanto, con su característico frasco, diseño de la Real Fábrica de La Granja.
Otros productos de la bodega son el mundialmente famoso licor de anís Chinchón Dulce, Seco y Seco Especial, sus excelentes Soleras Exclusivas Matusalem, Noé, Apóstoles y del Duque. En Londres destila un tradicional Gin de lujo: The London Gin No.1, de atractivo color azul turquesa, se elabora al más puro estilo ingles, además de Druide Mystical Vodka, un Vodka Premium con raíces Celtas elaborado a base de granos británicos y agua de mananitial que muestra su inmaculada pureza.
Embotellan también 2 magnificas joyas de edición limitada; Millenium, una rareza de Oloroso resultado del cabeceo de las mejores añadas de cada una de las 10 décadas del siglo XX, tan impresionante como suena. La segunda es un Palo Cortado de nombre 1978, añada en que inicia su impresionante evolución, sin duda la crema de la mítica cosecha, mejor imposible.
Además de sus excelentes aceites de oliva extra vírgenes y vinagres de Jerez, Gonzalez Byass integra aclamados vinos en diferentes Denominaciones de Origen de España. Para muestra, el magnífico Cabernet Sauvignon-Syrah Finca Moncloa de la Tierra de Cáliz, Altozano de la Tierra de Castilla, Viñas de Vero, y Beronia de la D.O. Ca. Rioja por mencionar algunos.
Las ciudades en Jerez son barrocas con remembranzas del Caribe y de árboles lejanos; fueron destino de poetas, de vinos y de arquitectura soñada.
Son lugares alegres que conservan aún el ruido de cascos de caballo en la calle. Buen clima, buena escenografía: los ingredientes perfectos para que todos disfruten de sus enológicas joyas.