Nuestros sentidos son portales que nos pueden transportar a distintos rincones del mundo. El olor del incienso me regresa a los coloridos bazares de la India y el crujir de las olas del mar me llevan a las costas de Acapulco o Ibiza. Pero nada te sumerge en el océano de tus memorias y fantasías mejor que la comida.
En estas vacaciones de diciembre gocé de un viaje sensorial a través de manjares que crearon para mi un nuevo aprecio a la comida de la Riviera Maya. Me hospede en el hermoso hotel Grand Velas y viví una experiencia culinaria maravillosa que hizo que mis sentidos viajaran por todos los continentes con sus diferentes chefs y estilos.
Este prestigiado hotel cuenta con ocho restaurantes:
Azul, abierto todo el día al aire libre. Es informal y conocido por su buffet de comida internacional.
Bistro, menú francés con una estupenda vista al mar Caribe.
Frida, un homenaje al arte mexicano con comida de nivel excelente y atmósfera patriota.
Chaká, escondido en la selva ofrece una gran variedad de comida orgánica e internacional.
Piaf, romántico y seductor que ofrece exquisita comida francesa en un amiente con atmosfera extravagante y luz tenue.
Sen-Lin, decoración de bambú con platillos orientales deliciosos.
Lucca, cocina italiana-mediterránea espectacular y servicio excelente..
Y Cocina de Autor, un restaurante de cocina creativa que esta constantemente en evolución, simple pero elegante que sorprende hasta los paladares mas exigentes.
Grand Velas Riviera Maya no ofrece solamente comida de un nivel mayor a excepcional, es un hotel de cinco estrellas bien merecidas para pasar unas vacaciones perfectas. Siendo dueño de mas de 80 hectáreas de jungla y cenotes, pone a tus pies un enorme espacio privilegiado de arena blanca impecable.
Como lo dice su slogan; «Mas Allá del All-Inclusive, Mas Allá de la Comparación», Grand Velas no tiene igual.