Es sin dudas, además, la denominación más famosa, laureada e histórica del vino tinto español. Con más de 52.000 hectáreas de tierra plantada, casi 400 bodegas y una producción anual que ronda los 260 millones de litros, tiene el don de producir solo buenos vinos.
Dentro de Rioja, una de las zonas más proliferas en cuanto a producción de buenos y famosos vinos es Logroño.
De esta zona, Domecq importa uno de los mejores embajadores: la línea Campo Viejo que produce la bodega Juan Alcorta. Esta es una de las casas más tradicionales de Logroño, llamada así en honor a su fundador. Está ubicada en una finca de 110 has de viñedos de calidad excepcional, beneficiándose de un terreno de singulares condiciones. Su altura, en una toma sobre el Valle del Ebro, recoge una bodega soterrada, de la que sólo sobresale un espectacular edificio, camuflado en el paisaje, de líneas simples y de la tonalidad de la tierra en la que crecen viñas de más de 25 años.
Un Campo Viejo no es un vino barato, pero es sin duda uno de esos «antojitos» que nunca deben olvidarse a la hora de buscar maridar una comida muy elaborada o platillos en base a carnes de caza.
Se trata de un vino de un intenso color rojo, y una vez en la copa regalará destellos bermellón ( una característica de su tiempo de añejamiento).
Este vino fue creado a partir de una de las mejores uvas de Logroño (tempranillo) a la cual se le agregaron cepas de mazuelo y graciano.
La segunda parte del secreto de este excelente vino es la guarda o añejamiento. Los Campo Viejo reposan unos 2 años en barricas de roble y otro más ya en su propia botella.
Un Campo Viejo es un vino muy sabroso y como dicen los sommeliers «redondo», vale decir que no pincha en la boca, que tiene finalmente una textura envolvente: taninos bien fundidos, redondos, conjunto plácido, buena concentración de fruta, sabroso, escasa acidez, correcto.
Como muchos vinos tintos de estas características, este caldo español recrea en la nariz aroma de frutos maduros, y toques dulzones como a vainilla. También relucen los toques de canela y clavo, tomados del roble.
La temperatura donde mejor se comporta y donde más particularidades regala es a los 17 y 18 grados.
Si quiere disfrutarlo a pleno, cáselo con platos muy elaborados como carnes asadas, cerdo, estofados o simplemente buenos quesos bien curados.
Un tip final: si lo compra para beberlo en su casa, ábralo unos 10 minutos antes de servirlo para que «respire», si es en un restaurante aproveche para darse aires de sibarita y pida lo mismo al mesero.
Hay quienes dicen que una buena carta de vinos españoles que no incluya una botella de Campo Viejo, no puede considerarse una buena carta de vinos.
Rioja es el lugar donde el vino es religión y el Campo Viejo es uno de sus mejores apóstoles.