Apenas el jueves pasado se estrenó en “prime time” la serie Pitch de Fox, programa de televisión donde se narran los obstáculos que tiene que atravesar la primera mujer en Grandes Ligas. Algo así como las aventuras de Jackie Robinson para la audiencia moderna. Tras verla quedé encantado con la manera tan real de caracterizar la lucha interna y externa de las féminas en el deporte profesional y me di cuenta que el poder femenino no se reconoce en México.
Justo como la protagonista Ginny Baker batalla para abrirse campo en un mundo de hombres, donde todos los reflectores están encima de ella para juzgarla, así las atletas de nuestro país sufren día a día y no solo por culpa del machismo, sino también por la falta de una infraestructura que las lleve a desarrollar sus talentos.
Para muestra un botón, en México las seleccionadas nacionales de futbol tienen que comenzar sus carreras jugando en equipos de hombres. Así las mundialistas Olivia Jiménez y Greta Espinoza lograron escalar hasta poder llegar a representar a su país en una Copa del Mundo. En el baloncesto he sido testigo como en la Copa Zonkeys las chicas buscan participar en torneos de alta calidad, pero para hacerlo tienen que jugar en equipos varoniles. Así Aurora Garza lo hizo la temporada pasada con Huertas y ahora Abril Martínez busca arañar el trofeo del campeonato.
Lamentablemente las mujeres enfrentan más obstáculos que los varones a la hora de realizar algo cercano al deporte, y no solo dentro de la cancha, también fuera las reporteras siempre están siendo juzgadas con lupa por los aficionados. Así mujeres como Arantza Fernández y Katia Castorena han triunfado en la televisión deportiva mexicana pese a tener todo en contra. Y ahora, talentos como Nadia Messina, han comenzado a demostrar que su trabajo es una carta de presentación mucho más valiosa que solo mostrarse bella ante la cámara.
Así las mujeres de nuestro país tienen que aguantar el incesante escrutinio de los fanáticos a los deportes, de sus propias compañeras, de sus amigos y de sus familias. Tienen que soportar las críticas de parte de los medios sobre sí en verdad se han ganado un lugar por sus propios méritos o por su género.
Pero ellas solas se han abierto camino y lo demuestran a niveles increíbles: tan solo en los Juegos Olímpicos de Río 2016, dos de las tres medallas de plata de nuestro país fueron ganadas por María Guadalupe González y María Espinoza. En términos más locales en México ya existe el primer torneo profesional de futbol femenil y a nivel Tijuana, la Liga Menor ya comenzó a armar su primera competencia de esta rama.
En el primer capítulo de la serie Pitch, Ginny Baker, tuvo que ganarse el respeto de sus compañeros de Padres de San Diego para poder lanzar sus primeras entradas con éxito; tuvo que conquistar a la afición del Petco Park para demostrar que estaba en la lomita no solo para “vender boletos” por ser mujer, sino también porque ese brazo podía ponchar a cuanto rival se le pusiera enfrente. Pues, así como Ginny, el poder femenino no se reconoce en México, pero las damas aztecas se encargarán de cambiar esto muy pronto.