De las más de 1,000 empresas que transportan mercancía de México a Estados Unidos en Baja California, solamente seis han conseguido la nueva certificación que exige el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como socio comercial autorizado de la operadora económica autorizada (OEA), ya que el proceso se ha convertido en un viacrucis.

El gerente operativo de Transportes Mex-Cal de Baja California, Alejandro Ruiz, detalló que, en su caso, llevan tres meses desde que iniciaron con la primera parte del proceso para conseguir el certificado que será obligatorio para marzo del 2017, el cual les permitirá seguir utilizando un carril más ágil para transportar la producción de las empresas hacia el otro lado de la frontera.

Ruiz explicó que hubo publicaciones en el Diario Oficial de la Federación (DOF) sobre las modificaciones e incluso foros y diálogos con la industria maquiladora, pero considera que el error fue no contactar directamente a las compañías exportadoras, ya que en ellas recaen los cambios que ahora exige el servicio.

Asimismo, señaló que, de acuerdo con el nuevo esquema, antes de iniciar formalmente con el procedimiento de certificación, primero deben cumplir con un perfil que exige el SAT, que está relacionado con infraestructura, cámaras de vigilancia, equipo GPS y guardias de seguridad.

Lo anterior, indicó, es para garantizar que tendrán la capacidad de vigilar el traslado de la mercancía, y así evitar que la empresa o empleados pudieran introducir droga, armas o algún otro producto ilegal. Luego de cumplir con esta parte, deben solicitar una preauditoría que, de ser aprobada, les permite pedir formalmente la certificación.

El organismo tributario tiene 120 días para enviar algún empleado que revise si la compañía cumple con los requisitos, pero, en caso de tener alguna duda o detectar alguna anomalía, el proceso debe reanudarse, comenzando de nuevo el conteo de los días desde cero.

“De las seis empresas que hay en el estado que ya tienen su certificado sabemos que se tardaron de seis a ocho meses en conseguirlo, desde construir o adaptar la infraestructura hasta terminar con la documentación; significa que las empresas grandes y medianas tienen posibilidades, no sabemos qué pasará con las pequeñas”, advirtió.

La gerente administrativa de Transportes Mex-Cal de Baja California, Marina Medina, declaró que “es un viacrucis, porque finalmente vamos a invertir como empresa (…) La pregunta obvia es qué vamos a recibir; la respuesta del SAT fue: que es cumplir con reglas por la fiscalización y un padrón real, el problema es cómo lo hacen”.

Actualmente las compañías que cruzan mercancía cuentan con una certificación estadounidense “Exprés”, que les permite utilizar un carril más ágil; pero con las nuevas reglas del SAT, no sólo deberán contar con esa documentación, sino con los requisitos de México.

Por su parte, la gerente de Certificaciones de la firma TLC Asociados y auditora líder certificada en ISO28000, Anahí Peralta Pérez, detalló que esto es por la modificación de las Reglas Generales de Comercio Exterior publicadas por el SAT el 9 de mayo del 2016.

La especialista dijo que ahora el carril Fast sólo puede ser utilizado al cumplir con tres requisitos: ser empresa manufacturera certificada, tener autorizado un transportista certificado y que el operador de éste cuente con credencial Fast.

El Economista solicitó información al SAT con sede en Tijuana, pero no se obtuvo respuesta sobre este tema.

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