Como ya vaticinábamos muchos de nosotros empezamos muy mal este año. Con un peso debilitado, un descontento absoluto hacia las instituciones acrecentado por la gota que derrama el vaso con el aumento de la gasolina, bloqueos carreteros, saqueos de establecimientos comerciales, despliegues de la marina y la armada en varios puntos de conflicto, una psicosis generalizada y aparentemente con un panorama obscuro hacia adelante, bueno hasta se reportó un nuevo asteroide que aparentemente se estrellará con la tierra y destruirá nuestro hermoso planeta este mismo año (y no, no estoy hablando de Donald Trump aunque las similitudes pudiesen ser obviadas).

Y en medio de el stress inicial generado por toda esta narrativa apocalíptica que parece no tener salida, mi hermosa esposa, la persona más dulce que yo conozco y típicamente mi faro de luz en cualquier momento obscuro, me manda una caricatura y con ello me recuerda, como lo he repetido en muchas ocasiones, que nuestro destino depende de nosotros, que lo que plantemos es lo que cosecharemos, que el camino lo forjamos con nuestras acciones.

Hoy más que nunca no debemos depender de papá gobierno o peor aún, de otros gobiernos como el de los Estados Unidos, tenemos que confiar en nosotros mismos y crear nuestro futuro. Cada uno de nosotros tiene que poner su grano de arena para edificar un nuevo México y porque parar ahí, para construir el mundo que queremos.

Da la impresión de que ya no hay en quien confiar y estamos más solos que nunca, lo reconozco, pero esto no es necesariamente malo, esto nos da la oportunidad de crecer y desarrollarnos, de dejar de ser espectadores y volvernos protagonistas de nuestro destino y de nuestra realidad. Cambiemos nuestra manera de pensar, levantémonos y pongámonos a trabajar, unámonos como sociedad, pero no solo para quejarnos y causar más conflictos sino para ser propositivos y buscar soluciones que mejoren nuestras vidas y aseguren la de nuestros hijos. Se el cambio que quieres ver en el mundo, decía Ghandi, seámoslo.

Desde nuestra trinchera, quienes participamos en el ecosistema emprendedor, estamos intentando aportar a lograr un México más competitivo, a la creación de nuevas oportunidades, a una mejor distribución de la riqueza y a forjar una nación más justa y equitativa, por supuesto te invitamos a que te unas a nosotros, o a encontrar tu trinchera desde donde puedas enriquecer tu vida y las de los demás. ¿Cómo? Puedes ser parte de los miles de investigadores que están intentando mejorar la salud, la economía o la educación de nuestro país, puedes convertirte oficial o extraoficialmente en un educador enseñando lo que sabes a otros para que mejoren sus habilidades y con ello logren mejorar su calidad de vida, puedes reportar o criticar las ofensas de otros o simplemente no ofender a nadie tú mismo, no tirar basura, no agredir con el auto a nadie, no estacionarte donde no debes, etc. Hay miles de maneras en que podemos mejorar nuestro entorno, al final del día quizá lo más importante es el que tengas un saldo positivo en el karma que generas y que puedas dormir bien sabiendo que tu esfuerzo algo aporta.

Los días del “que no tranza no avanza” tienen que acabarse, quizá tengamos que esperarnos a que se mueran toda una generación de políticos corruptos y ciudadanos gandallas, pero lo que sí está claro es que no hay alternativa, nadie más lo hará por nosotros así que pongámonos a trabajar.

 

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