Las mujeres tienen dos ovarios que se encuentran en la pelvis y que se comunican con el resto del aparato reproductor femenino por las trompas. Su función principal es la reproducción y, supeditada a ésta, la producción de hormonas femeninas. Los ovariostienen un recubrimiento formado por células epiteliales. De la transformación maligna de estas células surgen la inmensa mayoría de los cánceres de ovario.

Este tipo de tumor se desarrolla sobre todo en las mujeres de entre 50 y 70 años; globalmente, alrededor de 1 de cada 7 mujeres desarrolla esta enfermedad. Es el tercer tipo de cáncer más frecuente del aparato reproductor femenino pero, en cambio, mueren más mujeres de cáncer de ovario que de cualquier otro que afecte al aparato reproductor.

Causas

Hasta la fecha, se desconoce cómo y por qué aparece el cáncer de ovario. Sin embargo, se conocen diversos factores hormonales y reproductivos que pueden favorecer su aparición como la infertilidad o un número pequeño de embarazos. Los factores genéticosson determinantes tan sólo en un 10-15 por ciento de los casos. En estos casos se asocian el cáncer de mama y el de ovario en una misma familia o, incluso, en una misma persona. Asimismo, se sospecha que algunos factores ambientales como la grasa de la dieta, la utilización de polvos de talco o algunas infecciones por virus, pueden tener alguna importancia en la aparición de esta enfermedad.

Se estima que el 1,5 por ciento de las mujeres son diagnosticadas de esta enfermedad a lo largo de toda su vida. Aunque el cáncer de ovario se puede presentar en la juventud, la inmensa mayoría de los casos ocurren después de la menopausia. La edad avanzada es, de este modo, otro factor de riesgo, como también lo son la obesidad y el tabaquismo.

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Síntomas

Es una enfermedad que suele producir pocos síntomas, pudiendo alcanzar una fase avanzada antes de causarlos. Sin embargo, hay una serie de señales de alerta que permiten una detección precoz del cáncer de ovario y, por lo tanto, un mejor pronóstico. El primer síntoma puede ser un ligero malestar en la parte inferior del abdomen, similar a una indigestión; la hemorragia uterina no es frecuente. El hecho de que una paciente posmenopáusica tenga ovarios de mayor tamaño puede ser un signo precoz de cáncer, a pesar de que su crecimiento también puede deberse a quistes, a masas no cancerosas y a otros trastornos. Asimismo, puede aparecer líquido en el abdomen y éste puede hincharse, debido a ello o al aumento de tamaño del ovario. En esta fase, la mujer puede tener dolor en la pelvisanemia y pérdida de peso. En algún caso excepcional, el cáncer de ovario secreta hormonas que producen un crecimiento excesivo del revestimiento interno uterino, un aumento en el tamaño de las mamas o un mayor desarrollo del vello. Otros síntomas pueden ser la falta de apetito, la saciedad temprana o el cansancio.

Prevención

El cáncer de ovario es menos frecuente en las mujeres que han tenido varios embarazos. También es menos frecuente entre las mujeres que han tomado anovulatorios (anticonceptivos) orales durante años. No obstante, ningún estudio ha demostrado que esa menor probabilidad de cáncer de ovario en las mujeres que han tomado anticonceptivos se vea compensada por otros efectos secundarios como el aumento de incidencia de enfermedades cardiovasculares y, posiblemente, de otros tumores. Por eso no está justificado su uso preventivo en la población general. Un caso especial son las mujeres de muy alto riesgo, como aquellas con un síndrome hereditario de cáncer de mama y ovario (BRCA), en las que se está estudiando el papel protector de los anovulatorios e incluso, puede proponerse a la paciente, la extirpación de ambos ovarios a partir de los 35 años si ya ha cumplido sus deseos de descendencia.

La reciente divulgación de la cirugía profiláctica a la que se sometió la actriz y directora de cine Angelina Jolie para extirparse los ovarios y las trompas de Falopio debido a su alta predisposición genética al cáncer de ovario y de mama ha puesto de manifiesto la importancia que tiene conocer el historial familiar en la prevención de estos tumores. Según los datos que maneja la organización World Ovarian Cancer Day (Día Mundial del Cáncer de Ovario), entre un 15 y un 20 por ciento de los casos de cáncer de ovario que se registran en el mundo tienen un factor genético. Esto quiere decir que tener un pariente por consanguinidad (madre, hermana, abuela, tía, etcétera) que haya padecido cáncer de ovario a cualquier edad o cáncer de mama antes de los 50 es una alerta para extremar los controles que permitan una detección precoz.

Diagnóstico

El diagnóstico de cáncer de ovario en sus primeros estadios es difícil de establecer, porque los síntomas habitualmente no aparecen hasta que el cáncer se ha diseminado y porque muchas otras enfermedades menos graves tienen síntomas similares. Con frecuencia, los síntomas del cáncer de ovario se confunden con problemas gastrointestinales.

El diagnóstico suele sospecharse cuando se detecta una masa pélvica en una revisión ginecológica de rutina. La ecografía, la tomografía axial (TAC), la resonancia magnética y un análisis de sangre llamado CA-125 hacen más firme esta sospecha que tendrá que confirmarse en la operación.

Tratamientos

El factor que más condiciona las posibilidades de éxito en el tratamiento del cáncer de ovario es una cirugía que elimine completamente el tumor. En la mayoría de los casos se extirpa por completo el útero y ambos ovarios, se quitan o se biopsian los ganglios regionales, y se toman citologías y biopsias de todo el interior del abdomen. En mujeres jóvenes con tumores muy precoces y que quieran tener hijos puede, algunas veces, optarse por una cirugía conservadora que preserve la fertilidad. Salvo en casos de tumores poco agresivos y en fases muy precoces siempre se administra quimioterapia después de la operación.

El cáncer de ovario en sus fases iniciales es altamente curable. En sus fases intermedias y avanzadas el pronóstico es peor, aunque ha mejorado mucho en los últimos años; así, si en la década de los 80 la tasa de supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario avanzado no alcanzaba los 20 meses, en la actualidad se sitúa en 45 meses. En cualquier caso, sigue siendo el tumor ginecológico que más muertes causa. Según las cifras que maneja la organización Día Mundial del Cáncer de Ovario (WOCD por sus siglas en inglés), casi un cuarto de millón de mujeres en todo el mundo son diagnosticadas con cáncer de ovario cada año, de las cuales 140.000 fallecen. Además de los avances que se produzcan en el tratamiento, la disminución de muertes por esta enfermedad podría venir de la prevención y el diagnóstico precoz.

Al no existir formas de prevención ni detección precoz eficaces, la innovación terapéutica desempeña un papel fundamental en el pronóstico de la enfermedad. Los últimos avances producidos en este campo, como la cirugía citorreductora, la quimioterapia intraperitoneal y las terapias con agentes biológicos, permiten tener el cáncer de ovario controlado por más tiempo.

Cirugía de citorreducción completa

Esta intervención se aplica en aquellos casos en los que el tumor se ha propagadoampliamente a través del abdomen. Consiste en extraer mediante cirugía tanto tumor como sea posible, con el objetivo de reducir el tumor de la paciente a un tamaño microscópico (inferior a 1 centímetro).

Quimioterapia intraperitoneal

Si una paciente se ha sometido a una cirugía de citorreducción, este tipo de quimioterapia resulta más efectiva ya que el tumor es mucho más sensible al tratamiento.

Agentes biológicos

La incorporación de los agentes biológicos como las terapias angiogénicas, y específicamente bevacizumab, al tratamiento del cáncer de ovario contribuye a la mejora del control y pronóstico de las pacientes; al igual que los inhibidores PARP (inhibidores farmacológicos de la enzima poli ADP ribosa polimerasa), eficaces tanto cuando se produce una recaída como en las pacientes que tienen una mutación del gen BRC (según las investigaciones, esta mutación está presente en la mayoría de los tumores hereditarios de ovario). En este último grupo de pacientes, que representa un 20 por ciento del total, se ha demostrado que los inhibidores de PARP impiden que el tumor pueda desarrollarse.

Otros datos

El 90 por ciento de las mujeres con cáncer de ovario sobrevive más de cinco años si el diagnóstico se realiza de forma precoz, algo que, en la actualidad, solo sucede en el 20 por ciento de los casos.

La tasa de supervivencia de las pacientes se ha triplicado en la actualidad respecto a la década de los 80, cuando la media no alcanzaba los 20 meses.

Solo en España se registran al año un total de 3.200 nuevos casos de cáncer de ovario, la mayor parte en estado avanzado debido, principalmente, a la ausencia de síntomas específicos en la fase inicial de la enfermedad y a la falta de métodos de detección precoz eficaces.

Entre un 15 y un 20 por ciento de los casos de cáncer de ovario diagnosticados en el mundo tienen un historial familiar, según la organización World Ovarian Cancer Day (Día Mundial del Cáncer de Ovario).

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