En este momento, el crecimiento económico de México depende de manera crítica de su relación comercial con Estados Unidos. Las exportaciones a ese país son prácticamente el único motor que tiene prendido la economía mexicana. Por eso, hoy más que nunca, tenemos que cuidar de esta tabla de salvación.

Desgraciadamente, las cosas no se ven bien. Resultan muy preocupantes tres noticias que nos llegan desde Estados Unidos relacionadas con el nuevo Tratado México, Estados Unidos y Canadá de libre comercio (T-MEC), que entró en vigor el primero de julio pasado.

Primera noticia: las declaraciones de Katherine Chi Tai. Se trata de la nueva representante Comercial de Estados Unidos, nombrada por el presidente Biden y ratificada por unanimidad en el Senado. Es una experta en esta materia. Trabajó en la institución que ahora preside. Luego asesoró al poderoso Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, que desempeñó un papel toral en las negociaciones del T-MEC.

Tai fue de las que más presionó para que se integraran disposiciones laborales estrictas en el nuevo tratado, con el fin de conseguir los votos de los demócratas en el Congreso. El 28 de abril, Tai compareció frente a un comité de la Cámara de Representantes y textualmente dijo que EU tiene una serie de preocupaciones sobre cómo México está manejando sus obligaciones dentro del T-MEC.

Expresó que éstas ya se las había manifestado a nuestra secretaria de Economía, Tatiana Clouthier. Fue muy clara al afirmar que “no tiene miedo de usar las herramientas de aplicación de las reglas” provistas en el T-MEC que puede llevarnos a un escenario de cooperación, enfrentamiento o una combinación de ambas. Se comprometió a que el nuevo tratado funcione.

Segunda noticia: la denuncia de la poderosa organización sindical estadunidense, la AFL-CIO, en contra de la empresa de autopartes Tridonex, en la ciudad de Matamoros. Esta fábrica despidió a mil 300 trabajadores cuando se trasladó desde Filadelfia a México con el fin de ser más competitiva.

La central obrera estadunidense se queja de que los trabajadores de Tridonex no han podido elegir libremente a su sindicato. La empresa, muy al estilo mexicano, quiere a uno de protección. Se argumenta que los trabajadores que rechazan esta imposición han sido acosados y despedidos. La líder del sindicato independiente que pretende el contrato colectivo de trabajo, Susana Prieto Terrazas, fue detenida, encarcelada y finalmente liberada el año pasado.

Recordemos que el T-MEC permite castigar a empresas establecidas en México si no respetan los derechos laborales de sus trabajadores, provisión que demócratas como Tai incluyeron en la versión original que había enviado el presidente Trump al Congreso.

Una vez que Estados Unidos presente las pruebas en contra de Tridonex, México deberá revisar la denuncia y aplicar la ley para corregir la situación. De no ser el caso, se podría establecer un panel para investigar el asunto. De comprobarse las acusaciones, la fábrica podría enfrentar una de las primeras sanciones y, de reincidir, se bloquearían sus exportaciones a Estados Unidos.

Tercera noticia: la carta del American Petroleum Institute al secretario de Estado, las secretarias de Comercio y Energía y a la representante Comercial del gobierno de Biden, quejándose por la discriminación a las empresas de su país en el mercado energético mexicano en el marco del nuevo T-MEC.

Se trata de una poderosa e influyente asociación empresarial del sector petrolero y gasero. Argumentan que las nuevas leyes de la industria eléctrica y de hidrocarburos de México modificaron las reglas para beneficiar a Pemex y a la CFE en detrimento de las compañías privadas. Esto, según ellos, ha destruido valor económico de varias empresas estadunidenses y violado diversas disposiciones del T-MEC. Urgen a que el gobierno de EU trabaje diplomáticamente con el de México para solucionar este problema y solicitan que la representante Tai discuta este asunto con la secretaria Clouthier en una reunión que tendrán próximamente.

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Gobierno, sindicatos y empresarios de EU no están contentos con lo que está ocurriendo en México y quieren utilizar el nuevo T-MEC para defender sus intereses políticos, laborales y empresariales. Lo único que le falta a México es enfrentarse con Sansón a las patadas. Socavar la única tabla económica que nos mantiene a flote en este momento. Cuidado, presidente López Obrador, mucho cuidado…

 

           Twitter: @leozuckermann

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