El once de septiembre de 2001 está marcado en la memoria colectiva como un día trágico: miembros de la red yihadista Al-Qaeda estrellaron dos aviones contra las Torres Gemelas en Nueva York. Murieron cerca de 3.000 personas y unas 6.000 resultaron heridas, pero el once de septiembre también es el aniversario de otro día trágico.

Tras un breve gobierno de la Unidad Popular de casi tres años, el presidente de Chile, Salvador Allende, era derrocado por un golpe miliar que daría paso a una dictadura de 17 años.

La vía chilena al socialismo.

Allende asumió la presidencia de Chile el 4 de septiembre de 1970, con el 36,3% del censo electoral, con el propósito de transformar el país en un Estado socialista por la vía democrática, a través del Estado de derecho y renunciando a una revolución armada, convirtiéndose en el primer político de ideología marxista que accedía a la presidencia del gobierno por medio de unas elecciones.

El gobierno de Allende vivió una situación muy inestable por la cantidad de recelos que generaba entre los sectores conservadores del país y también ante Estados Unidos, que no estaba de acuerdo con la nacionalización del cobre y de algunas empresas estadounidenses que se encontraban en Chile.

Henry Kissinger, secretario de Estado norteamericano, junto con el presidente Nixon, dieron instrucciones a la CIA para impedir en primer lugar que Allende fuera investido presidente de Chile, pero cuando eso fracasó, se lanzó una campaña de operaciones para impedir la gobernabilidad del país.

Se intentó ahogar la economía chilena restringiendo el crédito y congelando la ayuda económica. El Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales, también limitaron los préstamos. Agentes de la CIA sabotearon la economía y fomentaron un movimiento de oposición contra el gobierno.

El contexto internacional.

El gobierno de Allende se encuentra en un momento histórico muy complejo. En los años 70, la Guerra Fría era una realidad que enfrentaba a dos países con gran capacidad militar y con armas atómicas, Estados Unidos y la Unión Soviética, cada uno reflejo de dos modelos económicos antagónicos y enfrentados, capitalismo y socialismo.

La implicación de Estados Unidos en el golpe de Estado de Chile tiene que ver con un contexto mundial en el que los norteamericanos trataban de controlar el avance del marxismo y del socialismo en América Latina.

La Revolución cubana se había producido en 1959 y Estados Unidos no estaba dispuesto a que esa tendencia se repitiera en diferentes países latinoamericanos.

El golpe.

Al principio se planificó el golpe para el 15 o el 16 de septiembre, para poder camuflar la preparación del mismo con el ensayo de la parada militar del 19 de septiembre, aunque finalmente se fijó el 11 de septiembre, el día que Allende había lanzado una convocatoria de plebiscito nacional para decidir su continuidad como presidente.

El golpe de inició de madrugada, con el alzamiento de la Armada y más tarde se extendió por todo el territorio por parte del Ejército, la Armada, la Aviación y los Carabineros.

El golpe fue fulminante, no se podía permitir margen de maniobra a la Unidad Popular para reorganizarse y defenderse, todos los planes de defensa planificados por el gobierno de la Unidad Popular fueron inútiles.

La reacción de Allende.

Allende fue informado en la madrugada del 11 de septiembre de la situación. A las siete de la mañana se dirigió al Palacio de la Moneda y allí permaneció armado junto a sus más leales colaboradores. Los militares le comunicaron que debía hacer entrega inmediata de su cargo a los jefes supremos de las Fuerzas Armadas y le ordenaron desalojar el Palacio de la Moneda antes de las once de la mañana, de lo contrario sería atacada por tierra y aire.

Los militares le ofrecieron a Allende la posibilidad de que se rindiese y abandonase el país, pero rechazó la oferta. A las diez y media, los tanques abrieron fuego contra la Moneda. A las doce menos diez se produjo el bombardeo de la Moneda.

A pesar de los ataques, aquellos que aún resistían en la Moneda, con Allende a la cabeza, se negaban a rendirse, el general palacios decidió tomarla a las dos.

Parece que entonces Allende decidió rendirse y se suicidó disparándose con su AK-47 en la barbilla.

Por la tarde, se formó una Junta de Gobierno, a pesar de alguno focos de resistencia en algunos lugares de Santiago, el golpe había triunfado y junta se hizo con el control del país.

Comenzaban así, 17 años de una dictadura cívico-militar.

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