Me he dado cuenta que no se necesita un pasaporte o un boleto de avión para conocer cosas nuevas, durante este mes he recorrido la ciudad de México probando diferentes restaurantes. México tiene una gastronomía muy ecléctica. Tiene restaurantes chinos, indios, franceses, árabes, típicos de aquí, de mariscos, peruanos, fusión chilenos, bares y mucho más.

He comido unos platillos que me han hipnotizado con su aroma o sabor y unos que otros que sigo todavía, días después, con su recuerdo en boca. Muchos restaurantes me parecieron maravillosos y se los recomiendo sobre manera, otros no me han llamado tanto la atención y mejor de ellos no platicaré.

Mi recorrido empezó en Insurgentes Sur en el Restaurante «Wa». Este espacio ofrece comida oriental que es fuera de este mundo. No se cuantas veces regrese a este restaurante, pero sé que son suficientes para que el amable personal se acuerde de mi nombre y platillo favorito. En realidad tengo bastantes platillos favoritos en este bello lugar, ya que no hay una sola cosa en el menú que no haga que se te llene la boca de agua. «Wa» significa paz, armonía y equilibrio y el nombre fue elegido a la perfección ya que son estas las emociones que sientes sentado en su fresca terraza o en las mesas espaciales de tepanyaki. Les recomiendo enormemente las brochetas de queso crujiente y todos los sushis que este maravilloso lugar ofrece. Si tuviera que elegir mi platillo favorito de este restaurante tendría que decir los espárragos envueltos en carne con salsa agridulce.

Después del «Wa» continué, otro día, al siguiente restaurante: «El Biko», ubicado en el corazón de Polanco. Aquí encontré una excelente selección de comida vasca y fusión. Cada platillo era un sentimiento, amor, felicidad, agonía y pasión y el restaurante en si da una atmosfera muy relax aunque es un lugar un poco serio, formal. Los chefs, Mikel Alonso y Bruno Otieza son vascos, entonces le comida hereda este toque español aunque la gran mayoría de los platillos son fusión. Este restaurante llego a la lista San Pellegrino de los 50 mejores restaurantes del mundo, en realidad este estupendo lugar sobrepasa las expectativas. «El Biko» logra evolucionar, mezclar y producir sabores nuevos e inesperados, tal vez eso sea lo que hace que la comida sea tan especial, con tanto fondo y sentimiento.

El tercer restaurante es «Mankora», en Polanco también. En este lugar es donde despega el avión que te lleva a Perú o a una exquisita playa con deliciosos mariscos, ya que la comida de aquí es tan fresca que parece que estas en la playa al norte de Perú, llamada Mancora. La espacialidad de «Mankora» es el ceviche. Este platillo tiene algo especial, no es como todos los otros que saben todos igual, aquí tiene una chispa, un sabor que no tiene nombre, un aroma que te atrapa como una ola de mar. Mi platillo favorito no es de mariscos, pero aun así es espectacular. Es un postre, un pastel de queso con chocolate, uno de los mejores inventos del mundo, la combinación de estos dos ingredientes que son tan ricos separados, hacen una explosión de sorpresas y delicias en tu boca. Para este pastel si aplica la frase: «No puedes comer solo uno».

Seguiré vagando las calles de nuestra querida ciudad, probando una entrada aquí, un plato principal allá, un postre por el otro lado… hay un sinfín de deliciosos restaurantes internacionales o nacionales y yo planeo continuar a experimentar nuevos lugares y contarles donde se consigue la mejor comida de esta ciudad.

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